INVESTIGADORES
PAGE Carlos Alberto
congresos y reuniones científicas
Título:
El ingeniero militar Alfredo Ebelot y sus escritos sobre la frontera con el indio
Autor/es:
PAGE, CARLOS A.
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; Congreso de Historia y Literatura. En tiempos de Eduarda y Lucio V. Mansilla; 2004
Institución organizadora:
Junta Provincial de Historia de Córdoba y Archivo Histórico de Río Cuarto
Resumen:
Cuando el capitán don Sebastián Undiano y Gastellú percibió para la corona española la importancia estratégica de los pasos de los ríos Salado y Negro, comenzó a gestarse y a sucederse por largas décadas una serie de expediciones e intentos fallidos por ocupar las tierras que ellos regaban. También se derrumbaron, ante el fracaso, las esperanzas tanto de Amigorena como las de Villarino y Bermúdez, que en 1782 llegaron a establecer campamentos en Choele-Choele y Patagones. Luego vendrá Sobremonte con el obsesivo objetivo de adelantar la frontera hacia el río Negro. Incluso la Primera Junta, algunos años después, propuso también acercar la frontera, intentándolo Martín Rodríguez. También lo hizo Pacheco y después Mitre, pero el empeño de Avellaneda será el inicio de un final que tendrá como protagonistas a Adolfo Alsina y Julio A. Roca. En todo este largo devenir se producirá la guerra contra el indio, quien irá derrotando parcialmente los esfuerzos de conquista que imponía un hombre blanco debilitado, ya que tenía que afrontar al mismo tiempo otros problemas como las guerras de la independencia, la anarquía, revoluciones y como si fuera poco una sangrienta conflagración con el Paraguay. Alsina tiene en sus manos la decisión final luego de muchas idas y vueltas. El país encontraba ahora el momento justo. El Poder Ejecutivo había obtenido del Congreso la autorización para invertir los primeros cuatrocientos mil pesos fuertes para el avance de las fronteras. Se preveía la fundación de pueblos con las mismas tropas y sus familias. Se avanza cien kilómetros con una línea de fronteras entre aproximadamente Villa Mercedes y Bahía Blanca. Instala fuertes y fortines, funda poblaciones y protege la línea con una fosa, cercos de palo a pique o alambrados. El telégrafo le permitirá mantener comunicada la línea y con avances de columnas de 100 hombres, arrasarán la pampa conquistando 2.000 leguas cuadradas. Este hostigamiento hacia el indio durará escasos dos años, llegando a 1878 a capturar a casi todos sus jefes. Mientras tanto un cacique diferente fue Namuncurá, quien estaba compenetrado hasta de los debates parlamentarios, porque leía el diario y seguía atento los movimientos de tropas. Fue el momento en que comenzó una lucha diplomática entre Alsina y el cacique ilustrado. Mientras otro líder indio llamado Juan José Catriel pacta con los ranqueles y pehuelches y se inicia la invasión a la que se sumará Namuncurá con los araucanos y otros que arrasarán varias ciudades bonaerenses. Pero los indios finalmente son vencidos. Namuncurá pretende vender las tierras de Carhué pero es perseguido en la contraofensiva que realizan Alsina y Roca. En el fortín Aldecoa, en la frontera sur, se encontraba el ingeniero militar francés Alfredo Ebelot, como espectador en aquella invasión pero a su vez partícipe con sus conocimientos técnicos en el avance hacia las tierras de los indios. Estará presente en las invasiones de Namuncurá y Catriel hasta la preparación de la contraofensiva que montará Alsina. En ese contexto el joven republicano europeo asistirá a una de las experiencias más significativas de nuestra historia nacional. Las vivirá con pasión y dejará escrita su singular visión como uno de los testimonios de un tiempo pasado en el que fue también protagonista desde su función como ingeniero militar.