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El PA68 se ubica en un médano inserto en una unidad de cauce permanente y antiguos humedales de la margen occidental del curso medio del río Desaguadero, el que fue definido como el límite este de las tradiciones del norte de Mendoza (Agrelo y Viluco) (Canals Frau 1944; Lagiglia 1978), y corredor norte-sur entre la zona de San Juan al norte y La Pampa al sur (Chiavazza y Prieto 2008, 2015). El resultado de las excavaciones arqueológicas y del análisis de los materiales permitieron inferir que la ubicación estratégica del sitio, aledaño a los humedales en un área con déficit hídrico, estimularon la circulación, intercambio y asentamiento de poblaciones portadoras de vasijas de distintas tradiciones alfareras locales desde hace aproximadamente ca. 1200 años AP hasta el período incaico y colonial temprano (ca. 300 años AP), y en distintas condiciones ambientales (Chiavazza y Hernández 2015; Prieto Olavarría et al. 2016).Las ocupaciones del período Alfarero Medio (ca. 1200 y 900 años AP) están representadas por gran cantidad de fragmentos de tonalidades gris/marrón -ampliamente representadas en la planicie NE de Mendoza (Prieto Olavarría et al. 2017)- y escasos tiestos de tradición Agrelo (Prieto Olavarría et al. 2016). Estos se caracterizan por las superficies alisadas y escobilladas, bases con improntas de cestería, decoraciones incisas y por apliques, y por la gran diversidad de patrones de pasta, lo que se corresponde con la tendencia tecnológica observada en la cerámica de grupos móviles cazadores-recolectores, que presenta mayor variabilidad en las materias primas en comparación con los grupos sedentarios (Simms et al. 1997) (Prieto Olavarría et al. 2016).Para este lapso se propuso que, las mejores condiciones ambientales del Óptimo Cálido Medieval habrían generado un escenario propicio para el asentamiento recurrente e intensivo el sitio, lo que se relacionaría con la tendencia hacia actividades de pesca (Chiavazza y Hernández 2015; Prieto Olavarría et al. 2016). Por su parte, la abundancia y variabilidad cerámica indicaría la presencia de grupos móviles y posiblemente el intercambio de vasijas, debido a la posible presencia de tiestos con materias primas de Sierras Pampeanas (Prieto Olavarría et al. 2016).Con el objetivo de analizar en mayor detalle la movilidad poblacional y la circulación cerámica de los grupos pescadores/cazadores/recolectores que se asentaron en el PA68, en este trabajo presentamos los resultados del análisis petrográfico de 16 láminas delgadas. Los fragmentos fueron seleccionados a partir de los patrones de pasta definidos con estereomicroscopio binocular. La metodología del análisis petrográfico se centra en las inclusiones antiplásticas más importantes y en la naturaleza de la matriz arcillosa, lo que permite definir la composición y detectar evidencias microestructurales y texturales en las secciones delgadas (Whitbread y Mari 2014). Los porcentajes en volumen de matriz vs. inclusiones se estimaron visualmente utilizando gráficos de comparación (Mathew et al. 1991).Desde el punto de vista composicional, los resultados indican que las muestras son muy homogéneas y se integran en el Grupo de fábrica granítico y la Clase de fábrica granítica ± metamórfica. La composición indica que tanto los cristaloclastos como los litoclastos provienen de rocas del basamento cristalino y que se correspondería con la geología de Sierras Pampeanas. Las diferencias detectadas entre las muestras corresponden a diferencias granulométricas en la matriz que posibilitarían su separación en un grupo de matriz de grano fino (≤ 0,12 mm) y otro de matriz de grano grueso (0,12 mm -0,8 mm). El tamaño de los antiplásticos en ambos grupos es altamente variable y se observa poca selección granulométrica.La evidencia permite proponer que entre los 900 y 1200 años AP, las poblaciones que ocuparon el área de humedal en torno al PA68 en la margen occidental del curso medio del río Desaguadero, fueron portadores de cerámica manufacturada con materias primas obtenidas posiblemente de fuentes de las Sierras Pampeanas, ubicadas al noreste y sureste del Desaguadero. Estos resultados permiten seguir analizando la dinámica de las poblaciones que ocuparon este sector, tanto la movilidad como el intercambio en un área que más que límite cultural, como fue definido tradicionalmente, habría funcionado como nucleadora de poblaciones provenientes de diversas áreas y no solo del centro oeste, y en un lapso que se caracterizó por las buenas condiciones ambientales y el desarrollo de humedales en un ambiente árido.

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