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Los estudios geológicos comprendieron dos sectores: el golfo San Jorge y un sector del talud continental adyacente, conocido como el ?agujero azul?.Se levantaron 2.000 km de líneas sísmicas que permitieron incrementar la comprensión de la estratigrafía del subsuelo marino. Fue posible diferenciar sedimentos recientes apoyados sobre una topografía labrada sobre la plataforma continental expuesta por la disminución del nivel del mar durante la última gran glaciación. Para el sector del talud, los estudios permitieron proponer un esquema de evolución espacio-temporal para la sedimentación durante el Terciario-Cuaternario.Las 88 estaciones de muestreo de sedimentos del fondo marino y su posterior estudio en laboratorio contribuyeron a interpretar la dinámica de aporte de material, establecer su procedencia y el medio de transporte. Las partículas sedimentarias del fondo del golfo fueron transportadas desde el continente principalmente por el viento y en una menor proporción por aguas superficiales y redistribuidas por las corrientes marinas. Los quistes de dinoflagelados, algunos de ellos tóxicos, recuperados de los sedimentos permitieron identificar y establecer su distribución en el golfo y la zona de talud. El estudio magnético de los minerales ferrosos contribuyó a determinar la evolución de la Anomalía Magnética del Atlántico Sur.Los estudios de muestras de agua de 34 estaciones aportaron al conocimiento de la variación de la salinidad y temperatura del agua, así como a la naturaleza del material particulado suspendido.El relevamiento de la topografía submarina de dos sectores del Parque Interjurisdiccional Marino Costero de la Patagonia Austral contribuyó a la comprensión de la distribución de organismos plantónicos y bentónicos en el parque. Asimismo, los estudios topográficos en otros sectores del golfo identificaron 184 depresiones someras desarrolladas en sedimentos no consolidados del fondo marino, interpretadas como sitios de escape de fluidos (gas y/o agua). Estas depresiones constituyen obstáculos para estructuras off-shore, como cañerías y cables submarinos y son peligrosas para las operaciones de perforación petroleras costa afuera.Los estudios de topografía submarina en la zona de talud permitieron reconocer deslizamientos de grandes volúmenes de material que representan peligros naturales a ser considerados en futuras actividades.Ocho estudiantes de geología participaron de la campaña oceanográfica y tres graduados se perfeccionaron en Canadá con el aporte de becas BEC.AR del MINCYT.

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