Puerto Madryn: un crecimiento a espaldas de la geología. Problemas y soluciones

HALLER, MJ

Coyhaique

Taller; Taller Internacional “Geología y Desarrollo Sustentable"; 1997

Comité Chileno para el IUGS

La Ciudad de Puerto Madryn constituye uno de los fenómenos de crecimiento urbano, junto al de la ciudad de Neuquén más importantes de la Argentina. De los datos del Censo de 1970 surge que el mencionado puerto patagónico contaba en aquellos tiempos con 4500 habitantes. Diez años más tarde, de acuerdo a los datos del Censo de 1980, su población se había sextuplicado y, en 1992 el número de pobladores se había elevado hasta 44.000. Ese crecimiento poblacional fue acompañado por un desarrollo vertiginosos de la planta urbana que, dada la velocidad del mismo, careció -como también sucede en otras localidades Argentina- de un planeamiento adecuado. Se ocuparon tierras fiscales y privadas ubicadas en la periferia de la planta urbana original. De esta manera quedaron libradas al uso y la consiguiente edificación, terrenos que no resultaron no aptos para la construcción, por lo menos para la construcción tradicional. En la comarca de Puerto Madryn abundan los suelos constituidos por arcillas expansivas, las que se expanden en ocasión de excesos de humedad, como durante la época de lluvias y, se contraen posteriormente al secarse el material. Este trabajo produce en un plazo corto la fatiga del material de construcción fundado sobre este tipo de terrenos. Por otro lado, se han construido barrios en sectores que constituyen antiguas lagunas, por lo que resultan, por su menor altura relativa, lugares naturales hacia los cuales confluyen las aguas de lluvia durante las precipitaciones intensas. Los movimientos de suelo y las obras civiles en el sector costero adyacente al mar, constituyeron embalses artificiales, que provocan inundaciones por un lado e inestabilidad en las obras realizadas. 10 que provoca su rápido deterioro A estos efectos debe sumarse la acción de las olas, que si bien no tienen gran intensidad en el interior del Golfo Nuevo, tienen sin embargo un efecto destructivo donde no existen las defensas adecuadas, por su persistencia a lo largo del tiempo. Estos son algunos de los factores geológicos que no han sido tenidos en cuenta por los vecinos, las autoridades y los profesionales de la construcción. Pasado cierto tiempo, fue evidente que fallaban las fundaciones, se fracturaban las paredes, se producían inundaciones y se deterioraban rápidamente algunas obras civiles de uso común. Estos inconvenientes fueron motivados principalmente por la falta de un adecuado estudio de los terrenos utilizados y su aptitud para el uso. Entre los inconvenientes producidos, pueden citarse como ejemplos las grietas en las paredes de las casas particulares, el descuadre de las aberturas, el anegamiento de las viviendas particulares y edificios públicos y el deterioro de calles, sistemas cloacales y acequias. De haberse contado oportunamente con un estudio de la calidad y aptitud de los suelos y  profundidad de la napa freática, se hubiera podido dictar oportunamente un Código de Edificación adecuado, para resolver con la tecnología y el método de fundación respectivamente apropiado, los problemas que cada sector de la ciudad presenta. Es por estos motivos y, para evitar males futuros, que se hace necesario efectuar un estudio de la geología urbana, para establecer una zonificación de la aptitud de loa suelos para la fundación de construcciones y determinar los sectores susceptibles de ser afectados por los excesos pluviales y otros factores naturales.