INVESTIGADORES
MOREYRA VILLALBA Beatriz Ines
capítulos de libros
Título:
La historia social en los albores del siglo XXI: innovaciones e identidad
Autor/es:
BEATRIZ I. MOREYRA
Libro:
Produccion de conocimiento y transferencias en las ciencias sociales
Editorial:
Imago Mundi
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2011; p. 153 - 182
Resumen:
Hace más de medio siglo que Fernand Braudel afirmó que la historia es hija de su tiempo y esta afirmación del historiador francés nos abre la puerta para reflexionar sobre los rumbos y la identidad de la historia social en el recodo de los siglos XX y XXI, en un contexto caracterizado por las profundas transformaciones que han experimentado las sociedades contemporáneas a las que la disciplina histórica ha respondido con nuevos enfoques, renovados presupuestos metodológicos y dudas epistemológicas. En este clima historiográfico, estas reflexiones sobre la identidad de la Historia social contemporánea, se plantean como interrogante central desentrañar hasta qué punto este campo disciplinar ha visto su agenda invadida por textos, discursos, tropos, intertextualidades, simbología y pura hermenéutica. La pregunta adquiere licitud si se pondera que no solo muchos objetos y perspectivas clásicas de la historia social han sido en gran parte eclipsados por novedosos planteamientos revisionistas y por algunas adscripciones intelectuales provenientes de otros saberes sociales, sino que lo más significativo es que se ha producido una devaluación de la importancia y alcance del adjetivo social desde el punto de vista teórico, empírico e inclusive político. La historiografía ha vivido una profunda conmoción como consecuencia del agotamiento de las formas de historiar dominantes y la eclosión de diferentes candidatos a ocupar dicha hegemonía. A pesar de ello, en la primera década del presente siglo, la disciplina ha encarado por fin una deriva de recomposición tras más de una larga década de crisis. No obstante, este juicio quizá deba ser matizado: ni la creatividad y cohesión de la disciplina eran nulas a finales de la década de los ochenta, ni la sensación de optimismo y confianza resultan generalizadas, como antaño, a comienzos del nuevo milenio.