INVESTIGADORES
CESARIN Sergio Marcelo
capítulos de libros
Título:
Prólogo
Autor/es:
BALBO, GABRIEL; CESARIN, SERGIO
Libro:
5g La guerra tecnológica del siglo
Editorial:
Alma Luz
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2021; p. 3 - 7
Resumen:
PROLOGOSi las máquinas pueden hacer mejor las cosas, tenemos que cambiar la forma en que enseñamos. Las cosas clave son el valor, la creencia, el pensamiento independiente, el trabajo en equipo, el cuidado de los demás, asegurarse de que los seres humanos son diferentes de las máquinas.Jack MaLa revolución de la inteligencia artificial y la automatización no será un evento único, sino una cadena de revoluciones cada vez mayores. Así que la verdadera gran pregunta es psicológica: como seres humanos, ¿tenemos la estabilidad mental y la inteligencia emocional para reinventarnos repetidamente?Yuval HarariHabrá dos tipos de negocios en el siglo XXI: aquellos que estén en el Internet y aquellos que ya no existan.Bill Gates. .El poder de la tecnología y la tecnología como poder.Desde el comienzo mismo de la humanidad, la combinación entre instinto de supervivencia, temor, sentido colectivo, carencias, imaginación, organización, liderazgo y pensamiento práctico, han sido puestos en juego bajos diversas combinaciones con el fin de lograr mejorar la calidad y estilo de vida de millones de seres humanos. La chispa vital del homo sapiens fue el preludio de una concatenación infinita de actos creativos que llegan hasta nuestros días con el objetivo final de satisfacer necesidades básicas, aliviar situaciones de pobreza, atender la salud de miles de millones de seres humanos, proteger el entorno, y promover el progreso humano mediante el desarrollo científico y tecnológico. De esta forma, a lo largo de milenios como una rueda sinfín, creatividad, voluntad de cambio, y apetencias por suplir carencias han sido y son los motores detrás de la construcción de la gran civilización humana. Como experiencia concreta resultado de la mente humana, los descubrimientos y aplicaciones tecnológicas invisibilizan varias facetas inherentes a su significado y alcances. Como la etimología del vocablo lo indica, consiste en el arte mismo de hacer las cosas. Arte porque responde a la inventiva y creación propias de la mente del hombre (homo sapiens); el hacer (homo faber) es el resultado de la aplicabilidad de esa creación a la solución de dilemas o problemas prácticos, y su resultado, son los bienes (cosas) materiales e inmateriales a disposición de los individuos, hoy el homo technus. También como sustantivo, el término conlleva varias interpretaciones que merecen ser atendidas. En primer lugar, la tecnología remite a una voluntad o volición (individual /yo grupal) de cambio o modificación, producto de la percepción sobre un espacio de necesidades insatisfechas, el logro de mayor eficiencia o la generación de nuevas demandas individuales o colectivas así como proveer novedosos bienes y servicios que ayuden a paliar, mejorar, optimizar y solucionar problemas humano-materiales. Una delgada línea de acción que recorre desde su génesis (acto creativo y espontáneo, efecto Eureka) y guiado por la razón práctica, culmina en la resolución de problemas simples o complejos, o enigmas científicos. Por lo tanto, la invención y la innovación tecnológica son resultado directo de la observación, evaluación, estimación de factibilidad y capacidad personal o colectiva de introducir mejoras en objetos o procesos. Asimismo, la importancia de los avances tecnológicos reside en su aplicabilidad e impactos. En sí mismos los grandes descubrimientos tecnológicos han generado rupturas de orden material, humano e incluso geopolítico. Al observar la evolución científico-tecnológica los descubrimientos nunca han sido cultural, política, social o económicamente neutros y todos, en mayor o menor medida, han provocado mutaciones de orden político, cultural, económico y social: es decir, provocan pequeños o grandes big bangs visibles en macro o micro procesos de reingeniería social. Como entrelazados por un finísimo “hilo rojo”, los impactos provocados por diferentes avances tecnológicos atraviesan múltiples planos de interacción y sus alcances geográficos no reconocen fronteras. Como variable aplicada a lecturas sobre el poder y desarrollo de las naciones, el “factor tecnológico” ha sido y es clave para interpretar el “auge y caída de las potencias” (Paul Kennedy), imperios y naciones a priori exitosas. El surgimiento y debacle de diversos imperios a lo largo de siglos, reflejan muy bien la relevancia otorgada al factor tecnológico en la construcción y sostenimiento del poder político, económico y militar a través de la historia. Ciclos de triunfos, derrotas, dominio, subordinación, colonialismo, e imperialismo no pueden ser entendidos sin contemplar la centralidad que los descubrimientos científicos y tecnológicos han tenido y tienen en el tablero mundial de relaciones de poder.