INVESTIGADORES
DEFOSSE Guillermo Emilio
congresos y reuniones científicas
Título:
El fuego como disturbio en los ecosistemas humanos y naturales acoplados.
Autor/es:
DEFOSSÉ, G.E
Lugar:
Luján
Reunión:
Jornada; III Jornadas Argentinas y I Binacionales (Argentina ?Uruguay) de Sanidad Forestal.; 2017
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Luján
Resumen:
 El fuego hasido, desde tiempo inmemorial, un disturbio que modeló, con distinta frecuenciae intensidad, la estructura y el funcionamiento de la mayoría de losecosistemas vegetales del mundo (bosques, pastizales, matorrales yhumedales).  También ha sido de crucialimportancia para el desarrollo de la humanidad. Aunque el hombre conoció el fuegodesde los albores de su aparición sobre la tierra, recién entre 20 y 50 milaños atrás aprendió a manejarlo con cierta destreza como para llevarlo de unlugar a otro, con lo que pudo salir de África y colonizar el norte de Europa, Asia,y otros continentes. A nivel familiar o comunitario, el fuego comenzó a ser usadopor el ser humano para calefaccionarse, cocinar sus alimentos, en la caza, laguerra, o cuando se transformó en semi-sedentario para abrir áreas dondeapacentar el ganado o realizar incipientes tareas agrícolas. La revoluciónindustrial, por otra parte, que comenzó solo un siglo y medio atrás, basó susavances en la energía del fuego provista por la biomasa (leña), el carbónmineral, y luego el petróleo y el gas, para muy recientemente comenzar conenergías alternativas no basadas en la quema de estos combustibles. Estarevolución permitió un rápido y paulatino mejoramiento en la calidad de vida demucha gente, pero éste mejoramiento requirió a la vez de grandes cantidades deenergía para poder mantenerse.  Enrelación al uso de bosques para leña o madera, en 1713 Hans Carl von Carlowitz,viendo la explotación que se hacía de los bosques de Sajonia, escribió porprimera vez cómo debía manejarse un bosque para que produzca a perpetuidad, sentandolas bases de lo que conocemos hoy como desarrollo forestal sustentable.  Sin embargo no fue hasta los albores delsiglo XX, que la idea de conservación de los recursos naturales en general y delos bosques en particular comenzó a hacerse tangible, cuando se crearon losprimeros parques nacionales del mundo con la idea de conservarlos ?para disfrute de las generaciones futuras?.En esos parques, sin embargo, debía excluirse el fuego ya que era consideradocomo un factor que ?atentaba? contra la intangibilidad y la conservación.  En contraposición con esta concepciónconservacionista, otro paradigma sostenía la inexhaustibilidad de esosrecursos, por lo que pregonaba que podían hacerse en ellos cualquier cosa, proponiendoal rozado o quema del bosque como una forma de ?abrir áreas para la agricultura y la civilización?. Ambas posturasfueron tomadas como políticas de estado por muchos países, prevaleciendo una uotra de acuerdo al interés o deseo de la sociedad, lo que podía ocurrir en distintaszonas dentro de esos mismos países. Estas políticas condicionaban a los mismos bosques o la explotacióntotal o la conservación a ultranza. En los últimos 40 años, sin embargo,estudios ecológicos revelaron que ambas concepciones podrían estar equivocadas,fundamentalmente en relación al disturbio fuego, lo que requeriría de unaprofunda revisión de estas políticas, que deberían basarse ahora en evidenciascientíficas. Otro elemento que irrumpió en la escena fue en primer lugar elcambio de uso de la tierra en áreas de interfaz urbano rural oWildland-Urban-Interfaces (WUI en idioma inglés).  Estas áreas, donde los incendios decomportamiento extremo tienen mayor impacto en la sociedad por concentrar las mayoresfatalidades y daños en estructuras, están creciendo en el mundo a tasas quesuperan en 3 o 4 veces las de áreas urbanas. Así como la mayoría de losecosistemas vegetales están adaptados a regímenes de incendios que los haceresilientes al fuego, la mayoría de las casas que la sociedad construye en esosambientes no lo están, implicando una creciente espiral de recursos humanos ymateriales para poder combatir incendios en esas áreas. En el futuro próximo,el desafío mayor que abordaremos como sociedad implica el compatibilizar yarmonizar el funcionamiento de los ecosistemas naturales con los deseos ynecesidades de la sociedad.