Utilización de hongos comestibles para biorremediación, una doble función con fortalezas y debilidades

BERNARDO E. LECHNER

Medellín

Congreso; VIII Congreso Latinoamericana de Micología; 2014

Asociación Latinoamericana de Micología

La utilización de desechos provenientes de la agroindustria para la producción de hongos comestibles lignocelulolíticos, como Pleurotus ostreatus, es una actividad que comenzó hace más de 50 años con la utilización de aserrín y desechos de cereales. A partir de la década de 1980 se propuso el empleo de hongos de pudrición blanca como alternativa para realizar la decoloración de efluentes y para la degradación de compuestos xenobióticos y recalcitrantes. Si además de utilizar desechos lignocelulósicos para la producción de hongos comestibles de pudrición blanca, podemos incluir desechos tóxicos o utilizar directamente estos para biorremediación, entonces estamos generando un producto comestible con un alto valor agregado eliminando sustancias tóxicas que pueden ser nocivas para el medio ambiente. Como ejemplo, podemos mencionar la degradación de compuestos fenólicos presentes en los desechos que provienen de la fabricación de aceite de oliva, generando una demanda química de oxígeno de hasta 200 g l-1y con una concentración de fenoles que alcanza hasta 10 g/l, generando alta toxicidad y actividad antibacteriana. Surgen algunas preguntas de la utilización de hongos comestibles para la biorremediación: i) ¿Los esporocarpos adquieren las sustancias tóxicas o las pueden degradar totalmente? ¿Son capaces de crecer en un sustrato muy tóxico? ¿Pueden degradar todas las sustancias tóxicas presentes en el sustrato, quedando un remanente? Podemos encontrar algunos ejemplos: con respecto a los fenoles provenientes del alperujo, se observó que no se encuentran compuestos fenólicos en los basidiomas obtenidos. En investigaciones propias se han hecho ensayos en los cuales, luego de obtener un porcentaje interesante de basidiomas de Flammulina velutipes (Eficiencia biológica mayor del 70% con un sustrato lignocelulósico que contenía 90% de alperujo), se redujeron altos porcentajes de toxicidad. La decoloración de colorantes provenientes de efluentes industriales es difícil mediante hongos comestibles, como P. ostreatus, porque no tienen la actividad lignocelulolítica que encontramos en otros hongos de madera, tales como Trametes versicolor, Phanerochaete chrisosporium, etc. Es necesario encontrar la formulación adecuada para que los hongos comestibles puedan degradar las sustancias tóxicas en el sustrato adecuado, o encontrar las cepas que tengan la capacidad de degradar las sustancias tóxicas y generar esporocarpos comestibles.