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Una doncella llega a la corte del rey Arturo solicitando un caballero que la ayude a recuperar el freno de su mula. En retribución, se compromete a dar su amor al campeón. Keu ofrece su auxilio y parte a la aventura pero no logra terminarla. A su regreso, Gauvain emprende la partida, logra superar las pruebas que se le presentan y obtiene el freno. Al volver triunfal de la aventura, la doncella le agradece, toma el freno y parte sin cumplir la promesa hecha.En una primera lectura de este breve roman en verso del siglo XIII el receptor advierte que el motivo de la aventura no se esclarece al final de la narración: ni la doncella ni Gauvain develan el secreto relativo al freno: ¿por qué fue robado?, ¿qué significado posee?, ¿qué representa para la doncella? En esta comunicación intentaré demostrar que la resolución del enigma es posible en la medida en que se interpreten correctamente los signos de lo maravilloso. Asimismo, la explicación se conecta con el campo de la creación poética y nos lleva a comprender la relación existente entre lo maravilloso y la escritura de ficción en la Edad Media