IDIM   12530
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES MEDICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Impacto del estrés materno y condiciones de crianza en el desarrollo de la microbiota de la leche materna. Su influencia en la microbiota intestinal y el crecimiento del/la bebé.
Autor/es:
KAMENETZKY, G.; MATTANA, C.; RODRÍGUEZ, S.; MÉNDEZ, C.
Lugar:
San Luis
Reunión:
Congreso; Jornada Iberoamericana de Bioética - Red Iberoamericana de Ecobioética de la UNESCO.; 2020
Institución organizadora:
Red Iberoamericana de Ecobioética de la UNESCO.
Resumen:
Se presenta un proyecto de investigación cuyo objetivo es evaluar tanto si el estrés materno, la alimentación materno-infantil y la vulnerabilidad por recursos insuficientes, afectan la lactancia, el crecimiento, el desarrollo de la microbiota de la leche materna y del intestino de los recién nacidos como los indicadores de salud en bebés lactantes. Numerosa evidencia muestra que el eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA) puede ser regulado por la presencia de conespecíficos. Los estímulos provenientes de la madre reducen las respuestas de estrés y dolor en la temprana ontogenia. Sin embargo, el soporte social (social buffering) se ve comprometido cuando la crianza ocurre por un cuidador bajo estrés. El estrés materno durante períodos críticos de la gestación y postnatal puede alterar el desarrollo de la descendencia, al alterar la microbiota de la madre durante el embarazo. El Modelo de escasez y bajos recursos con roedores genera alteraciones en los comportamientos maternos, entre ellas alteraciones en las respuestas de estrés y en las medidas de crecimiento (menor longitud corporal y tamaño del cráneo), que se evidencian aún hasta la adultez. La exposición a situaciones de estrés puede también provocar la disminución de las respuestas de ingesta. Dado que la lactancia materna es fundamental para la conformación de la microbiota intestinal del/la bebé, el estrés de la madre y el/la niño/a podría impactar en múltiples aspectos del crecimiento y desarrollo. La adquisición de esta microbiota modulará el metabolismo y la salud, a lo largo de la vida regulando la inmunidad, el neurodesarrollo y el comportamiento del hospedador. La microbiota materna y sus metabolitos transferidos al feto pueden desempeñar un papel clave en la preparación de un recién nacido para las interacciones óptimas con microorganismos que van a colonizar su organismo durante toda su vida, lo que influye en la respuesta inmune de los/las infantes. Esto aumenta o disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles en el período de embarazo y los primeros 2 años de vida (llamado los primeros 1000 días).La colonización de microorganismos en el intestino en la etapa neonatal (Lactobacillus, Bifidobacterium, Bacteroides, Clostridium y Streptococcus) se ve influenciada por el tipo de parto, la edad gestacional al nacer, el uso de antibióticos, la genética, la epigenética y sobre todo, el modo de alimentación en los primeros años de vida. Es crucial considerar el efecto de factores ambientales, como la crianza en un contexto de estrés materno y la vulnerabilidad por escasez de recursos en la composición de la microbiota. Se espera hallar en el proyecto que se presenta, que los/las bebés de madres estresadas evidencien una disminución del crecimiento, dificultad en la lactancia y variabilidad en la composición bacteriana de la leche materna y del intestino del/la bebé/a, marcada por una clara disminución de lactobacilos. Asimismo, se espera que estos resultados se vean exacerbados en población vulnerable. Si se hallan resultados positivos, podrían conformar la base para la elaboración de estrategias de intervención, para fomentar la lactancia materna y un contexto de crianza que garantice un adecuado crecimiento y desarrollo. La salud es un derecho humano que convoca a múltiples articulaciones entre investigación científica transdisciplinares, políticas que pongan en disponibilidad estrategias biopoliticas que lleguen a procesos amplios de inclusión de poblaciones vulnerables.