In vitro evaluation of three strains of Pseudomonas protegens on second-stage juveniles of Nacobbus aberrans

MARRO, N.; BECERRA, A.; VALVERDE, C.; AGARAS, B.; DOUCET, M.; LAX, P.

La Serena, Chile

Congreso; XLV Reunión anual de la ONTA; 2013

Organización de Nematólogos de los Trópicos Americanos

EVALUACIÓN IN VITRO DE TRES CEPAS DE Pseudomonas protegens SOBRE JUVENILES DE SEGUNDO ESTADIO DE Nacobbus aberrans (In vitro evaluation of three strains of Pseudomonas protegens on second-stage juveniles of Nacobbus aberrans) Nicolás Marro1, Alejandra Becerra1, Claudio Valverde2, Betina Agaras2, Marcelo Doucet3, Paola Lax3 1IMBIV (CONICET-UNC), FCEFyN, UNC, Córdoba, Argentina; 2UNQui, Buenos Aires, Argentina; 3IDEA (CONICET-UNC)-Centro de Zoología Aplicada, FCEFyN, UNC, Córdoba, Argentina Autor para correspondencia: plax@efn.uncor.edu Las rizobacterias se utilizan como agentes de control biológico de nematodos fitófagos perjudiciales. Se ha observado que algunas bacterias del género Pseudomonas generan metabolitos extracelulares que poseen acción nematicida. En condiciones in vitro, se evaluó el efecto sobre Nacobbus aberrans de cultivos celulares (suspensión de bacterias y sobrenadante filtrado) de P. protegens CHA0 y dos cepas derivadas (ARQ1, fenotípicamente equivalente a CHA0, y CHA89, un mutante que no produce antibióticos ni proteasas extracelulares). La experiencia se realizó en cápsulas de Petri (3.5 cm de diámetro); en su interior se colocaron 35 juveniles de segundo estadio del nematodo y se estimó el porcentaje de mortalidad (PM) a las 24 y 48 h. Cada tratamiento se repitió tres veces; como control se utilizó solución fisiológica y medio de cultivo estéril. El PM se incrementó con el tiempo; a las 48 h, las tres suspensiones celulares causaron una significativa mortalidad, alcanzando valores entre 63-69%. En el caso de los sobrenadantes, CHA89 produjo un PM del 40% mientras que para CHA0 y ARQ1 fueron superiores (89 y 92 %, respectivamente). Los resultados sugieren que la acción nematicida de P. protegens CHA0 depende, al menos en parte, de sus exotoxinas.