IMBIV   05474
INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE BIOLOGIA VEGETAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Biodiversidad de Glomeromycota en ecosistemas y agroecosistemas de Argentina
Autor/es:
CABELLO, M., BECERRA, A., VELAZQUEZ, M., IRRAZABAL, G. Y SCHALAMUK, S.
Lugar:
Salta y Jujuy
Reunión:
Congreso; XX Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo y I Reunión de Suelos de la Región Andina; 2006
Institución organizadora:
Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo
Resumen:
Las micorrizas son asociaciones simbióticas entre plantas y hongos que colonizan el tejido cortical de sus raíces. Las micorrizas arbusculares y vesículo-arbusculares son uno de los tipos más frecuentes en la naturaleza; los hongos que las constituyen son habitantes normales del suelo y pertenecen al phylum Glomeromycota. Estos microorganismos constituyen un grupo fúngico con amplia distribución geográfica asociados a un amplio rango de especies vegetales (80%) con gran importancia ecológica y económica. Son simbiontes obligados y conforman un puente viviente para el transporte de nutrientes desde el suelo a las raíces de las plantas. Se consideran el grupo de importancia más directa en la captación de nutrientes. Entre las interacciones con la flora terrestre los hongos micorrícicos arbusculares representan un importante componente por su ubicuidad en la biomasa microbiana del suelo y por su implicancia directa en los procesos esenciales en la interfase suelo­planta. Esta asociación micorrícica juega un rol muy importante en la estructura y diversidad de las comunidades vegetales por lo que cambios en las comunidades de hongos micorrícicos arbusculares podrían modificar la comunidad vegetal y por lo tanto en los procesos ecosistémicos. Algún cambio en la población de hongos micorrícicos podría tener consecuencias en las comunidades vegetales (supervivencia, composición, diversidad forística), causando cambios en la biología de ecosistemas naturales. El primer registro de un hongo arbuscular para nuestro país fue publicado por Spegazzini en 1887 sin conocer que era un organismo simbionte. Desde entonces no se efectuaron relevamientos de estos microorganismos hasta pasados 100 años. Actualmente el número de especies identificadas y descritas en diferentes ambientes de Argentina supera las 50. Estas especies se ubican principalmente en las familias Acaulosporaceae y Glomeraceae que son las que registran mayor número de especimenes en todas las áreas relevadas. También se han identificado especies correspondientes a las familias Archaeosporaceae, Gigasporaceae, Pacisporaceae pero los hallazgos han sido aleatorios. Los representantes de Acaulosporaceae prevalecen en ecosistemas poco impactados por la acción del hombre, mientras que los de la familia Glomeraceae prevalecen en agroecosistemas y áreas de bosque desmontadas. Se concluye que el disturbio, sea por remoción de la vegetación arbórea o labranza determina condiciones muy distintas en el ambiente, y en la composición del banco de propágulos de Glomeromycota. Consecuentemente, la mayor proporción de esporas pertenecientes a Glomeraceae en ambientes impactados puede estar relacionada a diferencias en la habilidad competitiva de las especies fúngicas en las diversas situaciones.