CIQUIBIC   05472
CENTRO DE INVESTIGACIONES EN QUIMICA BIOLOGICA DE CORDOBA
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Fototransducción en Vertebrados. Consideraciones funcionales fisiológicas y patológicas
Autor/es:
CONTIN MARIA ANA; BENEDETTO, MARÍA MERCEDES; QUINTEROS, MARIA LUZ
Editorial:
Editorial Académica Española
Referencias:
Lugar: saarbrücken; Año: 2013 p. 150
ISSN:
978-3-659-06591-0
Resumen:
La vida en nuestro planeta depende de la luz solar. Básicamente todos los organismos vivos, desde una célula procariota, hasta un organismo metazoario complejo utilizan la luz del sol para muchas de sus funciones vitales; entre ellas la visión. En vertebrados el órgano encargado en realizar esta función es el ojo, órgano que, mínimamente, contiene una célula fotorreceptora en vecindad a una célula pigmentada, y permite la detección de luz . Hay muchas clases de ellos y, la clasificación se basa en su nivel de complejidad. En vertebrados superiores, estos consisten básicamente en cornea, iris, lente y retina. La retina es el tejido fotosensible del ojo que se encarga de procesar todas las señales visuales que recibe. En vertebrados, forma parte del SNC y consiste en una lámina fina ubicada en la parte de atrás del ojo. Consta de 6 tipos de neuronas (retina neural) y el epitelio pigmentario (EP). Dentro de las células que conforman la retina neural se pueden nombrar: células fotorreceptoras: bastones y conos; células bipolares; células horizontales; células amacrinas; células interplexiformes y células ganglionares. A pesar de que existen diversos tipos de ojos con diferentes grados de complejidad, existen solo dos tipos de células fotorreceptoras, las células ciliares presentes en la retina de los vertebrados y las rhabdoméricas que constituyen los fotorreceptores de los invertebrados. En vertebrados superiores los fotorreceptores conos y bastones son del tipo ciliar. El ojo humano contiene 120 millones de bastones y cerca de 9 millones de conos, ambas células son morfológica y funcionalmente diferentes. Los bastones son muy sensibles a bajas intensidades lumínicas, proporcionando así la capacidad de ver en lugares muy poco iluminados (visión nocturna o escotópica). Los conos son menos sensibles que los bastones, lo que implica que se estimulan a intensidades lumínicas más elevadas (visión diurna o escotópica) y son los encargados de la visión en color. Se entiende por degeneración retinal (DR) al proceso patológico que provoca muerte de células retinales induciendo la pérdida de estructura del tejido y por lo tanto ceguera. Retinitis pigmentosa (RP) comprende un grupo de distrofias retinales que producen DR debido a la muerte de células fotorreceptoras. La degeneración es progresiva en la retina neural causando ceguera en una edad media promedio. En la mayoría de los casos, los bastones son los más afectados y mueren antes que los conos, los cuales mueren secundariamente a causa de la ausencia de los primeros. En etapas tempranas de la enfermedad las disfunciones retinales son leves, el paciente sufre de ceguera nocturna, y/o campo visual lateral reducido debido a la perdida de bastones. En mucho de estos casos el individuo no se da cuenta que tiene disminuida la visión y demora en realizar las consultas al especialista. Luego con el avance de la DR la perdida de los conos provoca que el paciente vaya perdiendo agudeza visual hasta sufrir ceguera total. RP es clínica y genéticamente muy heterogénea, la alteración funcional y el mecanismo patológico pueden ser muy diferentes dependiendo del gen involucrado. Para determinar cuantitativamente el estado funcional de la retina y sus células componentes, es necesario realizar mediciones de sus potenciales membrana, esto puede lograrse mediante una técnica electrofisiológica conocida como Electrorretinografía (ERG). La ERG es muy utilizada para el estudio y diagnóstico de DR en animales de diferentes especies. En humanos es una práctica común en la clínica de la visión incluyendo patologías como RP.