METABOLISMO MICROBIANO Y DESARROLLO VEGETAL POSAPLICACIÓN DE FERTILIZANTES, DIGERIDO Y ESTIERCOL

G.A. IOCOLI; M.A. GÓMEZ

Bahía Blanca

Congreso; XXIV Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo y II Reunión Nacional Materia Orgánica y Sustancias Húmicas / 1ª edición; 2014

Universidad Nacional del Sur

La fertilización química repone deficitariamente los nutrientes extraídos haciendo foco casi únicamente en el nitrógeno, no teniendo efectos sobre las propiedades físicas del suelo y presentando un importante riesgo de contaminación por lixiviación o volatilización. Los sistemas tradicionales generan el empobrecimiento de los suelos y en consecuencia, es fundamental incorporar al sistema materia orgánica buscando sistemas sustentables a largo plazo. Con el objetivo de evaluar la capacidad del digerido de remplazar o complementar los fertilizantes químicos, en este trabajo se evaluó el efecto de la aplicación de digerido de cerdo en comparación con el estiércol sin tratar, Urea y Urea + PDA sobre la actividad biológica del suelo y el desarrollo de plantas de lechuga (Lactuca sativa L.) en invernáculo. Todos los tratamientos se aplicaron en solución ajustando a una dosis de 10 mg de nitrógeno total cada 100 g de suelo. La actividad biológica se determinó por medio del desprendimiento de CO2 en suelo por titulación trabajando en microcosmos con 100 g de suelo y el desarrollo de las plantas de lechuga se evaluó trabajando en macetas de 2 kg de suelo en invernáculo. En ambos casos, el diseño experimental fue completamente aleatorizado. La mayor actividad biológica a las 168 hs correspondió al estiércol de cerdo (219,57 mg CO2), seguido por el digerido (89,18 mgCO2), la Urea (62,37 mg CO2), la Urea + PDA (56,76 mg CO2) y finalmente el testigo (49,34 mg CO2). La máxima actividad biológica se dio a las 6 horas para el digerido, a las 12 horas para los fertilizantes químicos y a las 24 horas para el estiércol. El mayor rendimiento de lechuga, medido en peso fresco, lo alcanzó el tratamiento con estiércol (49,75 g/maceta), seguido del digerido (29,87 g/maceta), el cual se diferenció del testigo (11,89 g/maceta) pero no de los tratamientos con fertilizantes químicos (Urea: 22,74 g/maceta; Urea + PDA: 25,36 g/maceta). El digerido genera un rápido incremento en la actividad biológica del suelo en las primeras horas y una respuesta positiva del cultivo de lechuga comparable con los fertilizantes químicos. El digerido presenta el potencial de reemplazar a los fertilizantes químicos, y si bien en este caso presentó menor rendimiento que el estiércol crudo, tiene la ventaja de disminuir las emisiones de CO2 del suelo (potencialmente 2608 Kg de CO2/ha menos) y el consumo de combustibles fósiles por utilización del metano.