INIBIBB   05455
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES BIOQUIMICAS DE BAHIA BLANCA
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Prevención del cáncer de cuello uterino
Autor/es:
BRUZZONE A; LUTHY IA
Revista:
MEDICINA (BUENOS AIRES)
Editorial:
MEDICINA (BUENOS AIRES)
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2018 vol. 6 p. 458 - 460
ISSN:
0025-7680
Resumen:
A nivel mundial, el cáncer de cuello uterino es una neoplasia indicadora de disparidad social, con prevalencia en países en vías de desarrollo y poblaciones con escaso acceso a los servicios de salud. Recientemente, en un artículo publicado en Medicina (B Aires), Aragona y col alertaron sobre la baja supervivencia de pacientes con cáncer de cuello uterino menores de 35 años. Las altas tasas de incidencia y mortalidad, y esta publicación, nos llevaron a reflexionar sobre la situación de vacunación contra el virus del papiloma humano (HPV) y el tamizaje de cáncer de cuello uterino en nuestro país. Según recomendaciones del Instituto Nacional del Cáncer, las formas de prevención del mismo son fundamentalmente tres: vacunación contra el HPV, el test de Papanicolaou (PAP) y el test de detección del HPV4. En nuestro país la vacuna cuadrivalente es gratuita y obligatoria para los preadolescentes (11 años), momento donde se observa la mejor respuesta inmunitaria. Se calcula que con el nivel actual de tamizaje y una cobertura de alrededor del 60% para las niñas de 11 años en por lo menos dos dosis, en nuestro país llevará alrededor de 25 años reducirlo significativamente y 50 eliminarlo. Por otra parte, solo con la vacunación femenina, sin un programa de detección, tomaría alrededor de 100 años eliminar este cáncer en la población local. Por lo tanto, el sistema de tamizaje es hoy en día un engranaje clave para lidiar con este problema de salud pública. El PAP es una manera sencilla y efectiva de prevenir el cáncer de cuello uterino. En los países desarrollados la implementación de programas de salud basados en la citología, han logrado reducir significativamente la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello uterino. Sin embargo, en muchos países en desarrollo han surgido impedimentos para alcanzar esos objetivos. Las limitacio¬nes se asocian a la baja cobertura de mujeres tamizadas y al bajo porcentaje de mujeres con PAP anor¬mal que son efectivamente seguidas y tratadas. La Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer y el Instituto Nacional del Cáncer, recomien¬dan la vacunación contra el HPV antes del inicio de la actividad sexual, la visita periódica al ginecólogo y la realización del PAP y colposcopia anualmente. La bibliografía que recomienda el tamizaje primario de HPV incluye más de 1.2 millo¬nes de mujeres de 6 países, con un seguimiento entre 3 y 12 años.. Existen puntos importantes a discutir sobre aplicar como único método de detección el test de HPV. Uno de ellos es el sobretratamiento de lesiones insignificantes, tanto por exceso de procedimientos como el costo extra. Otro aspecto es que se ha descripto un porcentaje significativo de casos de cáncer de cuello que no están relacionados causalmente con una infección por HPV o no dan positivo al HPV con los métodos actuales. El Congreso Internacional de FIGO (emitió una declaración indicando que las acciones prioritarias para la erradicación del cáncer de cuello uterino a nivel internacional son: a) la introducción e incremento de la vacunación contra HPV con alta cobertura para las niñas de hasta 15 años, b) la introducción o extensión del tamizaje de los ensayos de HPV para las mujeres de más de 30 años y c) el aumento del acceso al diagnóstico y tratamiento, asegurando cuidados paliativos. En nuestro país probablemente esta acción deba centrarse en aquellas provincias y estratos sociales más vulnerables, incrementando especialmente el tamizaje por PAP recomendado por el Instituto Nacional del Cáncer y LALCEC