CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

El hombre juega un papel importante durante una invasión biológica, favoreciendo la dispersión de individuos, afrontando impactos económicos o tomando decisiones de manejo. Hace 35 años el peludo (Chaetophractus villosus) fue introducido en la zona de San Sebastián, Tierra del Fuego. Actualmente está bien adaptado al ambiente fueguino, ocupando la estepa y parte del ecotono con el bosque subantártico. En la presente comunicación analizamos la percepción social acerca de esta reciente invasión. Durante Febrero de 2018 se realizaron 20 entrevistas de preguntas abiertas a pobladores locales (puesteros, estancieros, pescadores, camioneros) del departamento de Rio Grande de Tierra del Fuego (Población rural: 941 personas y 106 propiedades rurales). En cada entrevista se registró el tiempo desde que el peludo fue visto por primera vez en la zona, las posibles causas de introducción, los usos del peludo por parte de la población en general y el impacto sobre las actividades productivas de la Isla. El tiempo desde que cada entrevistado registró la presencia del peludo se utilizó para generar un GIS y explicar la dispersión de este mamífero en la isla. Las respuestas mostraron que el peludo fue detectado tempranamente en aquellas estancias cercanas al punto de introducción. La dispersión hacia el sur se vio limitada inicialmente por los ríos; sin embargo, dos entrevistados aseguraron haber transportado activamente individuos hacia el sur del Rio Grande en los últimos 5 años. Nueve de veinte personas (45%) sostuvieron que los armadillos fueron introducidos por camioneros. Trece de veinte entrevistados (65%) declararon que el principal ?uso? de los armadillos es para alimento. Para catorce de veinte personas (70%) el peludo genera un impacto negativo sobre la actividad rural, principalmente porque las cuevas representan un riesgo para el ganado. Desde este punto de vista consideramos esta invasión como un problema socio-económico, que debe solucionarse lo antes posible.