Agricultura urbana y periurbana y forestación como posibilidad de mitigación y adaptación al cambio climático. Estudio de caso en la ciudad de Rosario y región, Argentina

R. PIACENTINI, S. FELDMAN, CORONEL, N. FELDMAN, M. VEGA, V. MOSKAT, L. BRACALENTI, E. ZIMMERMANN, A. LATTUCA, N. BIASATTI, M. DUBBELING

Cambio climatico. Lecciones de y para ciudades de America Latina

Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia

Lugar: Bogotá; Año: 2016; p. 327 - 365

La isla de calor urbana (mayor temperatura promedio en la ciudad respecto ala zona rural circundante) es una manifestación directa de la actividad humanasobre el ambiente, en particular en la temperatura del aire. Esta situaciónes aún más complicada si se tiene en cuenta, según la onu, que la poblaciónmundial que habita en ciudades ha superado a la rural y la tendencia continúaen aumento. Además, el consumo de energía y la consecuente emisiónde gases de efecto invernadero son del orden de un tercio del total global.Por consiguiente, resulta muy importante tratar de mitigar la temperaturaurbana, con la forestación como una de las posibilidades.Presentamos resultados de las mediciones efectuadas en diferentes puntosde Rosario (Argentina) destinados a la agricultura urbana (con forestaciónincluida) y fuera de ellos. Dichas mediciones se han hecho empleandotermómetros convencionales, termómetros digitales (captores/acumuladoresde datos) y termómetros infrarrojos: los dos primeros para registrar lavariación de la temperatura ambiente y el último para medir la temperaturade las superficies (paredes, veredas y calles). En el periodo estival, los valores extremos del pavimento en la zona céntrica, sin cubierta vegetal, llegaron a superar los 70 °C.Analizamos el efecto de distintas formaciones vegetales (arbolado viario,parques públicos urbanos y huertas urbanas y suburbanas) en la ondadiaria de temperatura del aire, los grados de refrigeración requeridos y sudemanda energética asociada. Las temperaturas del aire en el microcentrosin vegetación fueron mayores que las registradas en los otros sitios convegetación, durante el día y durante la noche, con la excepción de las temperaturas medidas en el microcentro con arbolado.Todas las superficies vegetadas analizadas disminuyeron la demandaenergética de refrigeración. Por consiguiente, proponemos aumentar significativamente la plantación de árboles adaptados a la región y, de ser factible, la de especies autóctonas. Además, sugerimos construir pérgolas vegetales que amortigüen la carga térmica de las superficies expuestas al sol intenso para adaptar la ciudad al aumento de la temperatura.