Rancheo de peces de importancia económica y ecológica del río Paraná (surubíes, bagres, dorados, bogas y sábalos).

NORBERTO OLDANI

Rosario (SF)

Workshop; Workshop en acuicultura y genética de peces; 2010

Instituto de Biología Molecular de Rosario (IBR)

La pesca en el río Paraná presenta grandes variaciones debido a condiciones ambientales y a la aplicación de criterios de manejo. Por ejemplo, en el 2004 se extrajeron 45 mil toneladas, mientras que en el 2009 no llegó a 17 mil (según cálculos oficiales y únicamente para el sábalo). En la provincia de Santa Fe la pesca y la cría artificial de peces, están reguladas principalmente por la Ley 12.212, que fija una talla mínima o de primera captura y expresamente prohíbe el repoblamiento de ambientes naturales con peces de criaderos y responsabiliza a los propietarios por las reintroducciones al medio, intencionales o no. Esto se justifica en el manejo sustentable, la selección natural y en el Convenio Internacional de Conservación de la Biodiversidad, del cual la Argentina es signataria. El sector da trabajo a miles de pescadores artesanales. En la prov. de Santa Fe son unos 3000 pescadores y más de quince pequeños frigoríficos exportadores y están en conflicto de intereses con otras actividades. La provincia de Santa Fe ubicada hacia el extremo inferior de la cuenca del Plata con una geografía de grandes llanura y más de 700 km de valle aluvial, se ve favorecida con la llegada masiva e ininterrumpida de larvas y juveniles (3, 5, 10 y 15 cm) de peces migradores desde fines de setiembre a mediados de marzo (6 meses). Estos peces tienen un rápido crecimiento por ejemplo el surubí pintado que a mi modo de ver es el que tiene el mayor crecimiento alcanza los 45 cm en el primer año de vida. Mientras que el sábalo 24 cm. Frente a esta situación la alternativa rápida y ambientalmente aceptada que propone este proyecto es el rancheo de peces en jaulas que consiste en capturar larvas y juveniles de peces importancia económica, criarlos en estación de piscicultura hasta una talla a determinar según la especie, pagar una contribución ambiental, es decir devolver una cierta cantidad de peces vivos al río, y el resto criarlos con fines comerciales. Para la captura se pueden utilizar copos de mano, redes de playa y trampas. Los peces serán clasificados por especies, tallas y sometidos a una cuarentena de por lo menos una semana en tanques de cría. Posteriormente y antes del invierno, serán transferidos a jaulas de hasta 2 m de diámetro y 1 m o menos de altura. Serán caladas en el cauce de los ríos y/o lagunas del valle aluvial del río Paraná, preferentemente ambientes con cierta velocidad de la corriente. En esta etapa se evaluarán las distintas fórmulas de especies y densidades para desarrollar policultivos así como la eficiencia de los alimentos que se produzcan para distintas etapas del desarrollo. En las jaulas el alimento natural es limitado o ausente y los peces se encuentran sometidos a un estrés. En tal caso las raciones deben disponer del aporte vitamínico, mineral y de proteínas para lograr una adecuada conversión alimentaria. Se explorará, asimismo, la disponibilidad de otras fuentes de agua y de materia orgánica susceptibles de ser convertidas en alimento para peces con bajas tecnologías. Esto particularmente puede ser muy importante en la Prov. de Santa Fe porque más allá del valle aluvial del río Paraná existen grandes cantidad de ambientes naturales, también frigoríficos, tambos, feet lots, criaderos de cerdos, arroceras, etc. que pueden ser aprovechados para la cría de peces. Se hará un seguimiento y registro de todas las enfermedades y los parásitos y factores tales como calidad de agua (oxígeno disuelto, temperatura del agua y pH entre otros). El objetivo del presente proyecto es realizar una prueba piloto mediante el rancheo o raching de algunas de las especies locales, que permita posteriormente ser incorporado como mecanismo de cría masiva y sustentable de peces de importancia económica del río Paraná. Se enmarca en los Proyectos Federales de Innovación Productiva – Eslabonamientos Productivos (PFIP – ESPRO) 2009 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Argentina (MINCyT), del que también depende el Conicet. El proyecto propone además la construcción de una mini granja acuática en Arocena (SF) con los beneficiarios del proyecto como contrapartida: Acuicultura Arocena SA y la Asociación de Pescadores de Arocena. Contempla además la realización de talleres de capacitación del sistema propuesto para productores, previo desarrollo de un protocolo de producción. La capacitación incluirá temas tales como construcción de jaulas, sistemas de captura de larvas y juveniles de peces migratorios, manejo en cautiverio y cría intensiva, seguimiento de parámetros ambientales y alimentación artificial. Para tal efecto se utilizará como material de apoyo la documentación fotográfica (fotos) obtenida en el transcurso del desarrollo del proyecto. El proyecto tiene previsto como fecha de finalización diciembre de 2012. Esta práctica que en el futuro tendría que ser incluida en la Ley 12.212, permitiría que los acuicultores obtengan fácilmente y con mínimos costos, larvas y juveniles de peces de ambientes naturales (cuando ya actuó la selección natural de la reproducción), normalmente con bajísimas probabilidades de supervivencia y criarlos. Además, reduciría costos de producción asociados con la construcción de estanques y el sostenimiento de la calidad del agua, el mantenimiento de reproductores y sortearía las etapas de reproducción y alevinaje. La provincia de Santa Fe está en el límite inferior del área de reproducción de los peces de importancia económica (uno de los mejores lugares de la cuenca), se beneficia con la llegada masiva e ininterrumpida de larvas y juveniles de peces desde octubre a febrero. Además con las mejores posibilidades ambientales y miles de hectáreas potencialmente aprovechables para el rancheo -además una gran productora de alimento balanceados (pollo, vaca, cerdos, etc)- se vería muy beneficiada por esta nueva actividad, y podría alcanzar volúmenes de producción de pescado superiores a los de la pesca comercial. También permitiría generar cientos de nuevos puesto de trabajo en comunidades ribereñas.