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Una cadena de suministros (CS) consiste en una red de instalaciones (plantas de manufac-tura, almacenes y centros de distribución) que realizan un amplio rango de operaciones con el propósito de abastecer la demanda de ciertos productos/servicios (finales o intermedios) durante un cierto horizonte de planeación. Diseñar una CS implica determinar la ubicación y el tipo de instalaciones a ser utilizadas; seleccionar proveedores; y determinar productos a ser almacenados, políticas de inventario y modos de transporte a emplear. Asimismo, la operación de la CS debería ser planeada teniendo en cuenta el nivel de servicio (NS) exigido por los consumidores. Cabe destacar que el diseño de una CS involucra importantes inversiones que normalmente afrontan largos períodos de recupero. Por esta razón, en general no se permiten rediseños de la CS, lo cual atenta contra la eficiencia en las operaciones de suministro, de acuerdo a Melo y col. (2009). Sin embargo, trabajos recientes han considerado la posibilidad de que ciertos recursos puedan ser reubicados o redimensionados. Particularmente, de acuerdo a Melo y col. (2003), este concepto es comúnmente aplicado a relocalizaciones gra-duales, expansiones y/o reducciones en instalaciones de almacenamiento/producción durante el horizonte de planeación. Adicionalmente, Barbosa-Póvpa y col. (2018) encontraron que un gran porcentaje de trabajos (73%) relacionados al diseño de CS modela el problema desde una perspectiva estática, y el restante (23%) incluye estructuras dinámicas.En el presente trabajo, se aplican los conceptos generales del diseño dinámico de CS a la problemática particular de suministro de combustibles para el desarrollo de las operaciones en campos de petróleo y gas. Tavallali y col. (2014 y 2016) destacan las características intrín-secamente dinámicas de estas actividades, en las cuales el diseño y la planeación de la in-fraestructura resultan altamente complejos e involucran numerosas decisiones en el tiempo.