Aplicación de conservantes de alimentos a la protección antiincrustante de estructuras sumergidas

M. GARCÍA, M. PÉREZ, G. BLUSTEIN, B. DEL AMO, M. STUPAK

Bahía Blanca, Argentina

Jornada; VII Jornadas Nacionales de Ciencias del Mar; 2009

Instituto Argentino de Oceanografía - Universidad Nacional del Sur

Se conoce como biofouling a la colonización producida por micro y/o macroorganismos sobre estructuras naturales o artificiales sumergidas.  Este proceso causa serios problemas económicos en puertos, embarcaciones, boyas, cables, granjas marinas y en industrias relacionadas. Las pinturas antiincrustantes o "antifouling" han sido por muchos años la mejor vía de protección de la parte sumergida de los barcos; su mecanismo de acción está basado en la liberación controlada de compuestos tóxicos derivados del TBT, del cobre, etc.  Sin embargo,  las estrictas regulaciones vigentes a nivel mundial sobre el uso de pinturas a base de compuestos contaminantes han llevado a la creciente necesidad de encontrar y desarrollar nuevas formulaciones que resulten igualmente efectivas pero ecológicamente aceptables. Los sorbatos y benzoatos son compuestos no tóxicos, biodegradables comúnmente utilizados para la conservación de alimentos por sus propiedades antimicrobianas. Este tipo de sustancias, altamente solubles,  no son adecuadas para ser incorporadas a formulaciones de pinturas dado que se lixivian rápidamente cuando la película se encuentra en inmersión continua. Por ello se prepararon en el laboratorio dos pigmentos de menor solubilidad que se obtuvieron por precipitación con sales de hierro (III). En este trabajo se evaluó la performance de pinturas antiincrustantes de matriz soluble  formuladas con sorbato de hierro y benzoato de hierro como pigmentos bioactivos. Con esta finalidad se sumergieron paneles de acrílico pintados con estas formulaciones en las marinas del Club de Motonáutica del puerto de Mar del Plata y se estimó la inhibición del asentamiento por medio de porcentajes de cobertura de las especies del micro y del macrofouling respecto del control. Luego de seis meses de inmersión se demostró que las pinturas fueron efectivas dado que se observaron diferencias significativas en la fijación de los organismos más conspicuos de la comunidad incrustante. Los resultados obtenidos con los pigmentos estudiados en este trabajo permitirían contribuir a la elaboración de pinturas antifouling “amigables con el medio ambiente”.