CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Formas de vigilancia en los espacios de trabajo: los intentos de control del individuo pacificado
Autor/es:
DROLAS, A.; MONTES CATÓ, J.; PICCHETTI, V.
Libro:
Relaciones de Poder y Trabajo. Las formas contemporaneas de explotación laboral
Editorial:
Poder y Trabajo Editores
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2007; p. 13 - 42
Resumen:
ISBN 978-987-2454-0-3 El propósito de este artículo es analizar el fenómeno del poder en ese nivel tan particular de socialización que es el espacio de trabajo, específicamente, las relaciones laborales, como forma histórica especial de ejercicio del poder dentro de las sociedades. Intentaremos visualizar las estrategias empresarias que, tendientes en última instancia a maximizar beneficios, utilizan ciertos mecanismos que creemos, profundizan y renuevan la lógica de dominación en los espacios laborales desarticulando las instancias colectivas de negociación y contratación, y considerando el conflicto como un nivel patológico de las relaciones laborales. En las páginas que siguen, dedicamos el análisis a mostrar, al menos algunos de los puntos más salientes de esta tendencia, presente en los lugares de trabajo, a redoblar las formas de control social a través del cambio en la manera de establecerse las relaciones laborales. La perspectiva general de abordaje, entiende que los vínculos entre grupos sociales, y especialmente los laborales, se encuentran atravesados por relaciones asimétricas de poder que otorgan una dinámica particular a las formas de comportamiento y a las diversas visiones que poseen los sujetos sociales involucrados. Si bien innumerables estudios echan luz sobre esta realidad y logran establecer la degradación sufrida por los trabajadores bajo las nuevas configuraciones del trabajo, creemos que aún es necesario avanzar en la comprensión del espacio de  trabajo como un campo de lucha, de dominación pero también, de resistencia. Pero no se puede comprender este desarrollo en la organización del trabajo sin reconocer al mismo tiempo los instrumentos de poder empleados, el modo en que éste se despliega y los actos de resistencia a su ejercicio. No se trata solo de determinar y enumerar la cantidad de técnicas disciplinarias, sino del efecto de subordinación que produce la articulación de cada uno de ellas en espacios concretos. Por ese motivo, consideramos que éstos actos se definen a partir de relaciones de poder históricamente situadas y no al margen de ellas. Esa resistencia, cuenta con memoria, con experiencias compartidas y lecturas del pasado que concatenan las acciones de orden colectivo. Y es justamente para enfrentar e intentar eliminar la posibilidad de articulación de acciones de orden colectivo, que en las empresas se pretende imponer un cierre hegemónico para hacer más profunda, densa, durable la subordinación, y difícil de revertir allí donde se logra la sujeción a través de diversos dispositivos. En este sentido, entre el ejercicio del poder y la eficacia de la dominación existen mediaciones que remiten a específicos dispositivos de disciplinamiento que moldean la forma en que se articula la relación entre trabajadores y empresarios. A pesar que la subordinación cuenta con elementos materiales y simbólicos que la refuerzan, los trabajadores articulan diversas acciones de resistencia, que en algunas oportunidades asumen la forma de acciones colectivas. Estas acciones pretenden invertir los términos en que se articulan los vínculos entre las dos partes de la relación laboral. En los apartados que siguen haremos referencia a los casos encuadrados en el sector de telecomunicaciones y eléctrico[1].  En ambos se produjeron radicales cambios que afectaron los patrones de relacionamiento entre el capital y el trabajo: consolidación de las privatizaciones; introducción de capital accionario extranjero; nuevas pautas gerenciales; transformaciones en la composición de la fuerza de trabajo; desdibujamiento del rol sindical, entre otras. De esta manera, en el primer apartado damos cuenta de algunas de las principales tendencias observadas en función de las transformaciones operadas en las relaciones del trabajo, luego focalizamos el análisis sobre las técnicas de individualización resaltando la multiplicación de las formas contractuales y la injerencia de las oficinas de recursos humanos. En el siguiente apartado, estudiamos el posicionamiento del los sindicatos comprendiendo que los cambios operados en los espacios de trabajo no responden a acciones unilaterales si no que emergen producto de relaciones entre los actores. [1] Estos casos específicos no serán expuestos ni desarrollados in extenso, sino utilizados a modo de ejemplo o explicitación de lo que sostenemos a lo largo del texto.