INVESTIGADORES
COZZI Eugenia
libros
Título:
Violencia Institucional - Repertorios 2 - Perspectivas y debates en clave de Derechos Humanos
Autor/es:
PITA MARIA VICTORIA; CORBELLE FLORENCIA; COZZI EUGENIA
Editorial:
Secretaría de Derechos Humanos de la Nación
Referencias:
Año: 2022 p. 169
ISSN:
978-987-4017-38-3
Resumen:
Dossier sobre Violencia Institucional. Esta publicación se propone dar cuenta de la noción “violencia institucional” como una categoría conceptual, que además se tornó una voz o nominaciónque hoy se ha extendido y forma parte del habla común; una voz que es resultado de la producción de conocimiento (en fértil asociación) entre academia y activismo (que no necesariamente son polos opuestos, sino que implican regímenes de producción saberes de diferente orden y complementarios: uno centrado en el saber experto y orientado al litigio, y otro resultante de la experiencia próxima, la de quienes la han padecido. Es decir, nos interesa en primer lugar destacar que la “violencia institucional” -por eso las comillas- no es autoevidente, ni parte de un supuesto orden natural de las cosas. Muy por el contrario, es una forma -local, situada e histórica, y por tanto diversa y variable- de nombrar, y también así clasificar y calificar, determinadas prácticas institucionales de mayor o menor intensidad represiva, que implican violencia física y/o moral, a veces son flagrantemente ilegales y otras se encuentran -de manera más o menos compleja- enmarcadas en procedimientos legales; y que en ocasiones son legitimadas, en otras demandadas y en otras tantas rechazadas y denunciadas. De ahí que asimismo nos interesa resaltar los usos y el potencial político de la categoría.Esta lectura de aquello que en el país se conoce hoy de manera extendida como “violencia institucional” nos ha llevado a seleccionar una serie de trabajos que consideramos que, en su conjunto, identifican, describen y precisan diferentes dimensiones de análisis del fenómeno2. Aunque podríamos decir que a grandes rasgos todos los textos de una u otra forma versan sobre la violencia institucional, esta entrada analítica a la misma permite distinguir distintos aspectos que hemos organizado en tres ejes. Así, pensamos en textos que abordan la nominación “violencia institucional” centrándose en el proceso de producción de la misma como categoría (política, conceptual); en otros que identifican, describen y analizan las diversas prácticas y patrones de desempeño que podría decirse que “la hacen”; y finalmente en un grupo de textos que se centran en el hacer del activismo, en la dimensión social y el trabajo político del activismo y la militancia.El primer eje, “Sobre la categoría ´violencia institucional´”, reúne tres artículos que reflexionan sobre el proceso de producción, usos y alcances de la categoría (qua categoría local y con potencia política) en Argentina. Los textos de María Victoria Pita y de Sofía Tiscornia, ambos publicados en el año 2017 en la Revista Espacios de crítica y producción, reconstruyen el proceso de producción local de la categoría como resultado de la articulación entre saberes de diferente orden -uno experto orientado al litigio y otro resultante de la experiencia próxima de quienes la han padecido- así como también recuperan las tradiciones teóricas en las que abreva (vg. criminología crítica). Mientras que el tercer trabajo de este eje, también de autoría de María Victoria Pita, incorpora la noción de “hostigamiento” para dar cuenta de cómo -y en parte como resultado de la acumulación y articulación de dichos saberes- se logra mayor precisión acerca de las prácticas incluidas en la categoría.El segundo eje, “Sobre prácticas, patrones de desempeño y rutinas de agencias del sistema penal”, nuclea trabajos que identifican y describen prácticas policiales tanto habituales como espectaculares, que suponen el ejercicio de un poder por veces discrecional y en algunas ocasiones arbitrario; las normativas -figuras y facultades- que las habilitan; así como el quehacer de otras burocracias del sistema penal -como los tribunales- que hacen a sus condiciones de posibilidad. En este sentido, se incluyen trabajos de diferentes contextos históricos con el objetivo de mostrar persistencias y transformaciones en las prácticas a lo largo del tiempo, así como en las normativas que las habilitan y en las propias instituciones policiales o fuerzas de seguridad y sus áreas de competencia. Por ejemplo, este es el caso del trabajo de Sofía Tiscornia, Lucía Eilbaum y Vanina Lekerman, que analiza las prácticas de detención por averiguación de identidad de la Policía Federal Argentina en 2004, un momento de traspaso de facultades en materia de seguridad a la Ciudad de Buenos Aires. Otros trabajos reunidos en este eje, a su vez, permiten dar cuenta de la diversidad de prácticas y formas de hacer de las policías y otras agencias de control penal en relación a diferentes grupossociales, actividades, territorios o lugares de distintas ciudades; puntualizando algunos de ellos en el papel desempeñado por dichos actores en el proceso de construcción de objetos de administración, gobierno y control policial. Así, los trabajos de María Victoria Pita, del año 2012; de Florencia Corbelle, del año 2013; de Laurana Malacalza, Inés Jaureguiberry y Sofía Caravelos, del año 2019; y de Federico Medina, del año 2018,refieren al tratamiento diferencial de las fuerzas de seguridad a vendedores ambulantes y personas que usan y venden sustancias psicoactivas ilegales en la Ciudad de Buenos Aires, trabajadoras sexuales travestis-trans en la ciudad de La Plata y jóvenes de sectores populares en Santiago del Estero, respectivamente.Finalmente, el tercer eje, “Sobre activismos y militancias”, incluye trabajos que focalizan en el rol de estos actores en la construcción de la categoría “violencia institucional” así como en los procesos de producción de casos, causas judiciales y/o causas públicas y de víctimas. Así, el informe “Violencia institucional. Tensiones actuales de una categoría política central”, del año 2017, de Marcela Perelman y Manuel Tufró, da cuenta de los modos en que, desde la reflexión y praxis de un organismo de Derechos Humanos, el Centro de Estudios Legales y Sociales, se piensan los usos y límites políticos de esta noción, poniéndola en diálogo con otras lecturas y categorías -como las de gatillo fácil, represión, abuso y tortura- en un esfuerzo por alcanzar una caracterización más ajustada con el objeto de mostrar y pensar los cambios en las lógicas que generan las violencias y las distintas formas de participación y responsabilidad estatal en ellas.Por su parte, el texto de Marcela Perelman y María Victoria Pita analiza el lugar de los familiares de víctimas de la violencia institucional deteniéndose en particular en les hermanos y hermanas como activistas. Las autoras prestan especial atención a la figura de hermanes en tanto pares que son a la vez emergentes de una generación política que pone en evidencia la marca epocal así como la acumulación –de saberes sobre desempeños institucionales y sobre prácticas de demanda, protesta y acción colectiva– de un colectivo generacional que incide en los avatares de las historias y trayectorias individuales. Por último, Eugenia Cozzi y Marilé Di Filippo destacan cómo las protestas populares, en su trabajo de politización de muertes producidas por la policía, exceden la arena jurídica e incluyen otros lenguajes para la manifestación de demandas de justicia, formas de intervención política novedosas que, al mismo tiempo, se ligan con la tradición del movimiento de Derechos Humanos y el arte político en nuestro país.