INVESTIGADORES
FERNANDEZ Nancy Patricia
libros
Título:
Fumarolas de jade. Las poéticas neobarrocas de Severo Sarduy y Arturo Carrera
Autor/es:
NANCY FERNÁNDEZ E IGNACIO IRIARTE
Editorial:
Estanislao Balder
Referencias:
Lugar: Mar del Plata; Año: 2002 p. 127
ISSN:
987-544-030-2
Resumen:
Fumarolas de Jade. Las poéticas neobarrocas de Severo Sarduy y Arturo Carrera, en coautoría con Ignacio Iriarte, Estanislao Balder/Universidad Nacional de Mar del Plata: Mar del Plata, 2002. ISBN: 987- 544-030-2 Nuestro modo de leer no pretende comparar las poéticas abordadas; sí quisimos marcar líneas de cruce, desvío y filiación. Nuestro modo de leer va más allá de la copresencia de rasgos y componentes; podríamos decir que nuestra lectura excede la observación del funcionamiento intertextual y de sus procedimientos atentos a una exhaustiva metodología que detecte los procedimientos de referencia recíproca, la cita mutua, transparente y explícita. No pretendemos tramar un sistema de inclusiones causales. Nuestro interés radica en aquellas remisiones que tienden más bien a atravesar el cuerpo textual con remisiones sesgadas, con relaciones más o menos tácitas donde el nombre propio se aloja por evocación, por elipsis o reposición olvidada. Severo Sarduy (con un recorrido crítico por Poemas Bizantinos, De donde son los cantantes, Poesía bajo programa, Big Ban, Cobra y Barroco) implica una reflexión sobre el lenguaje neobarroco: sus condiciones, sus límites, sus dimensiones políticas. En este sentido, el retorno del barroco del siglo XVII se elabora en una pregunta que el lenguaje y la obra dirigen hacia ellos mismos. Por su parte, en Arturo Carrera reconocemos marcas, inscripciones, préstamos, zonas donde el pacto y el conflicto afirman reconocimiento pero también desvío y singularidad. Cada uno de los apartados que intentan una reflexión sobre la poesía de Carrera quieren transitar los espacios de un lenguaje tejido por una palabra migrante, por los ecos de una memoria legada, por la grafía que labra la lengua ancestral uniendo para siempre la literatura a la vida. Desde su inicio, el discurso poético de Carrera atenta contra los circuitos oficiales de la cultura y se aparta de la referencialidad política que se practicaba en los 70’, época que también inscribe la condición para la vanguardia de Aira, de Osvaldo Lamborghini, de Ricardo Zelarayán o, algo más tardía, de Emeterio Cerro. Contra la posición de verdad y la formulación de un destino, sostenidas por la clásica concepción del mito, Carrera construye un paisaje sin pintoresquismos, no inclinado hacia la sacralidad de un orden fijo sino hacia la retórica imposible de un centro, allí donde el yo encarnará su mito personal. , en coautoría con Ignacio Iriarte, Estanislao Balder/Universidad Nacional de Mar del Plata: Mar del Plata, 2002. ISBN: 987- 544-030-2 Nuestro modo de leer no pretende comparar las poéticas abordadas; sí quisimos marcar líneas de cruce, desvío y filiación. Nuestro modo de leer va más allá de la copresencia de rasgos y componentes; podríamos decir que nuestra lectura excede la observación del funcionamiento intertextual y de sus procedimientos atentos a una exhaustiva metodología que detecte los procedimientos de referencia recíproca, la cita mutua, transparente y explícita. No pretendemos tramar un sistema de inclusiones causales. Nuestro interés radica en aquellas remisiones que tienden más bien a atravesar el cuerpo textual con remisiones sesgadas, con relaciones más o menos tácitas donde el nombre propio se aloja por evocación, por elipsis o reposición olvidada. Severo Sarduy (con un recorrido crítico por Poemas Bizantinos, De donde son los cantantes, Poesía bajo programa, Big Ban, Cobra y Barroco) implica una reflexión sobre el lenguaje neobarroco: sus condiciones, sus límites, sus dimensiones políticas. En este sentido, el retorno del barroco del siglo XVII se elabora en una pregunta que el lenguaje y la obra dirigen hacia ellos mismos. Por su parte, en Arturo Carrera reconocemos marcas, inscripciones, préstamos, zonas donde el pacto y el conflicto afirman reconocimiento pero también desvío y singularidad. Cada uno de los apartados que intentan una reflexión sobre la poesía de Carrera quieren transitar los espacios de un lenguaje tejido por una palabra migrante, por los ecos de una memoria legada, por la grafía que labra la lengua ancestral uniendo para siempre la literatura a la vida. Desde su inicio, el discurso poético de Carrera atenta contra los circuitos oficiales de la cultura y se aparta de la referencialidad política que se practicaba en los 70’, época que también inscribe la condición para la vanguardia de Aira, de Osvaldo Lamborghini, de Ricardo Zelarayán o, algo más tardía, de Emeterio Cerro. Contra la posición de verdad y la formulación de un destino, sostenidas por la clásica concepción del mito, Carrera construye un paisaje sin pintoresquismos, no inclinado hacia la sacralidad de un orden fijo sino hacia la retórica imposible de un centro, allí donde el yo encarnará su mito personal.