Situaciones prototípicas de resolución de los encuentros característicos estructura ? envolvente de edificios en altura en Corrientes y Resistencia

HERMINIA M. ALÍAS; GUILLERMO J. JACOBO

Corrientes

Jornada; Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional del Nordeste 2005; 2005

Secretaría General de Ciencia y Técnica - UNNE

El principal inconveniente de los edificios en altura radica en su alto consumo de energía y su alta exposición a los factores climáticos, agravado todo esto cuando el diseño no toma en cuenta el clima del sitio de emplazamiento, este trabajo desarrolla el concepto (e intenta verificarlo) de que la optimización del rendimiento higrotérmico y por ende energético de una construcción puede impulsarse a través del diseño estructural de la edificación y un estudio pormenorizado de los principios de corrección de los puentes térmicos (heterogeneidades o discontinuidades) representados por el sistema estructural de un edificio. Para ello se están analizando edificios en altura con diferentes funciones y tipologías existentes en Resistencia y Corrientes. La Norma IRAM 11605/96, contempla un aspecto que es de suma importancia: los puentes térmicos. Se define como puente térmico a una heterogeneidad en una pared o techo que ocasiona un mayor flujo de calor, favoreciendo así la posibilidad de que se produzca condensación superficial. Las edificaciones nunca están delimitadas por un cerramiento homogéneo y continuo. Los huecos, los elementos estructurales, los encuentros entre forjados y muros hacen que dicha superficie envolvente de los cerramientos, a través de los cuales tienen lugar los procesos de transmisión del calor y de la difusión del vapor de agua presente ciertas heterogeneidades que van a influir decisivamente el equilibrio térmico del sistema edificio-clima exterior. Estas heterogeneidades constituyen los llamados puentes térmicos. Al no poder plantearse la continuidad absoluta de las capas que forman el cerramiento debido a diversas razones constructivas, aparecen partes del cerramiento del edificio donde la resistencia térmica es considerablemente menor que en el resto. Junto a esos puentes térmicos de origen constructivo, también se producen heterogeneidades ocasionadas por la forma del edificio: si es muy articulada, ello se traduce en abundancia de esquinas y bordes. La consecuencia es que, en esas zonas del cerramiento, aumenta la densidad del flujo térmico, que pasa, de ser unidimensional en el cerramiento homogéneo "ideal" (una esfera), a ser bi o tridimensional, en el cerramiento heterogéneo "real". En definitiva, el resultado, tanto para puentes térmicos constructivos como "geométricos", es que surgen puntos débiles de transmisión de calor, con pérdidas (en invierno) y ganancias (en verano) concentradas en ellos. No obstante, el aumento de pérdidas y/o ganancias de calor debido sólo a la geometría de la envolvente es normalmente despreciable. El problema es que suele combinarse con los más potentes puentes térmicos constructivos (un ejemplo típico es el pilar en esquina).