BECAS
DELGADO Maria Belen
congresos y reuniones científicas
Título:
Necrosis lingual asociada a daño renal agudo por leptospirosis
Autor/es:
DELGADO, MARIA BELEN; MANSILLA, S.V; CAINZOS, R.P; KOSCINCZUK, P
Lugar:
BS AS
Reunión:
Congreso; XX CONGRESO NACIONAL AVEACA EDIC VIRTUAL; 2021
Institución organizadora:
AVEACA
Resumen:
Introducción La necrosis de la punta de la lengua es una lesión infrecuente en la clínica diaria en caninos, puede tener diferentes etiologías, como la uremia, leptospirosis y el contacto con la oruga procesionaria del pino. Una particularidad común entre estas, es la presencia de vasculitis. En el caso de la leptospirosis el daño al endotelio de los vasos sanguíneos pequeños generados por esta espiroqueta, conduce a la isquemia localizada. La glositis necrótica se asocia a perdida de tejido lingual afectando la deglución se debe considerar no sólo el tratamiento de la etiología, sino también la vasculitis, teniendo en cuenta además, el compromiso del medio interno del paciente. La vasculitis es un compromiso inmuno mediado asociado a la leptospirosis, que puede requerir de un tratamiento independiente a la enfermedad primaria, con drogas que disminuyan este tipo de respuesta por parte del organismo.ObjetivoEn este trabajo se describe la resolución clínica de un paciente con necrosis lingual asociada a daño renal agudo por leptospirosis.Descripción del caso clínico El paciente fue un canino macho entero, de 4 años, de raza boston terrier. En el examen físico particular se observó a nivel del aparato digestivo la lesión necrótica en la lengua. Se pudo determinar la falta de sensibilidad al observar que cuando el animal cerraba la boca, se mordía esa porción de la lengua sin manifestar dolor, además presentaba dificultades para captar los alimentos, demostrando alteraciones en la funcionalidad. El paciente se encontraba con oliguria, deshidratación y síntomas de síndrome urémico, por lo tanto, se realizaron pruebas para evaluar la función renal mediante la medición de urea y creatinina en sangre. En el primer análisis de sangre del canino se observaron valores elevados de urea (183 mg/dl) y creatinina (1,8 mg/dl). En el hemograma se hallaron valores normales en el recuento de glóbulos rojos, hematocrito, volumen corpuscular medio, plaquetas y proteínas totales. En el leucograma se observó leucopenia (5770 leucocitos/ ml), neutrofilia (4616 neutrófilos/ml), linfopenia (692 linfocitos/ml) y eosinopenia (115 eosinófilos/ml). Con el objetivo de encontrar la causa de la falla renal aguda, luego de haber descartado mediante anamnesis y examen clínico posible intoxicación con fármacos u otros tóxicos, se realizaron extendidos de sangre periférica y medula ósea para el diagnóstico de enfermedades infecciosas como Ehrlichia y Leishmania. En los frotis realizados no se observaron estructuras compatibles con dichos hemoparásitos. Por otro lado, se remitieron muestras de suero para el diagnóstico de Leptospirosis, las muestras se tomaron 14 días después del arribo del paciente a la consulta. En dichas muestras, sometidas a la prueba de microaglutinación en placa, se encontraron títulos elevados (1/3200) de los serovares Ballum castellonis y canicola canicola de Leptospira interrogans. Los títulos elevados acompañados de las manifestaciones clínicas compatibles, confirmaron el diagnóstico. Se instauró en primera instancia el tratamiento médico, comenzando con la estabilización del canino mediante la administración de fluidoterapia utilizando solución cristaloide de Ringer lactato y Dextosa al 5% para reponer el déficit hídrico, para controlar la hiperacidéz gástrica se administró Ranitidina. El paciente ya se encontraba recibiendo penicilina-estreptomicina por la sospecha clínica de Leptospirosis, a partir del tercer día se continuó con doxiciclina (10 mg/Kg/dia dividido en dos tomas). El tratamiento quirúrgico consistió en la realización de una glosectomía parcial, extrayendo el 50 % de la lengua. En el examen post quirúrgico, se vio que la lesión siguió avanzando pese a que habían bajado los niveles séricos de urea y el paciente estaba bajo tratamiento con penicilina, por lo que se sospechó de vasculitis. Se decidió el uso de corticosteroides administrándose una dosis de dexametasona (1|mg/kg) via EV, continuando la terapia con prednisolona (1 mg/kg) vía oral cada 12 hs, durante 3 días y luego, una dosis de 1 mg/ Kg cada 24 horas en horario de la mañana durante 2 semanas. A los 8 días el paciente estaba recuperado y había aprendido a beber y comer. Si bien todavía tenía una densidad urinaria isostenúrica, el valor de urea fue de 87 mg/dl y el de creatinina 0,8 mg/ dl. Conclusiones La vasculitis es un término que describe una lesión asociada a una inflamación de los vasos de la piel, acompañada de isquemia y necrosis del tejido afectado. La pérdida de la lengua per se es muy grave, por eso, la decisión clínica debería basarse en resolver la vasculitis más allá de las complicaciones renales que el tratamiento con corticoide pudiera ocasionar.