INVESTIGADORES
CASAS Adriana Gabriela
congresos y reuniones científicas
Título:
Principios y Aplicaciones de la Terapia Fotodinámica. Adriana Casas
Autor/es:
CASAS, ADRIANA
Lugar:
Mar del Plata, Bs As
Reunión:
Congreso; 10º Congreso Nacional Bioquímico CUBRA X.; 2009
Institución organizadora:
Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires (FABA),
Resumen:
Principios y aplicaciones de la Terapia Fotodinámica Adriana Casas   La luz puede ser empleada para el tratamiento de tumores superficiales o de acceso por vía endoscópica por medio de la Terapia Fotodinámica (TFD). La acción fotodinámica consiste en el daño celular provocado por un fotosensibilizador (FS) en presencia de luz visible y de oxígeno molecular, generándose especies reactivas de oxígeno que causan la destrucción del tumor. Si bien los primeros reportes de fotosensibilización de tejidos datan de principios de siglo XX, en la última década el uso de dicha terapia se ha extendido masivamente, siendo actualmente pocos los tipos tumorales que no han sido tratados con TFD.  Dado que los blancos principales de esta terapia son la membrana plasmática, las mitocondrias y los lisosomas, no hay riesgo de daño al ADN, y además la TFD no presenta resistencia cruzada con la radioterapia y quimioterapia. Existen diversos tipos de FSs. Los más utilizados son los derivados de las porfirinas, tales como el Photofrin, Temoporfin y Verteporfin y el precursor ácido 5-aminolevúlico;  y los derivados de la clorofila, tales como las clorinas, purpurinas y bacterioclorinas.  La selectividad de los fotosensibilizantes por el  tejido maligno se cree que puede ser atribuida a la afinidad de los FSs por las lipoproteínas, junto con una alta expresión tumoral de receptores de LDL. Otras hipótesis alternativas proponen que el bajo pH, la debillidad de la vasculatura, el drenaje linfático disminuido, y el incremento en el número de cuerpos lipídicos que se ha observado en algunos tumores, favorecerían la retención tumoral de los FSs. Sin embargo, estos mecanismos son particulares para cada tipo de FS. Las aplicaciones autorizadas hasta el momento por la FDA de Estados Unidos, la EMEA de Europa y ANMAT de Argentina son precisas: cáncer de pulmón endobronquial  a células no pequeñas, cáncer de esófago y esófago de Barret con el fotosensibilizante Photofrin, queratosis actínica con el fotosensibilizante ácido 5-aminolevúlico y tratamiento paliativo de tumores de cabella y cuello avanzados con Temoporfin. Las fuentes de luz indicadas para la TFD se dividen fundamentalmente en las que emiten luz coherente y las que emiten luz no coherente. Las primeras se tratan de los láseres, que llevan la luz activadora al tumor a través de fibras ópticas, y que presentan la característica de emitir a una longitud de onda única. Las fuentes de luz no coherentes comprenden las lámparas y los arreglos de leds, que tienen la característica de emitir luz de menor potencia que las anteriores pero que poseen un espectro amplio de longitudes de onda, lo cual las hace más versátiles para su uso con diferentes fotosensibilizantes. En todos los casos, la penetración de la luz en el tejido no supera 1 cm de profundidad, lo cual limita las aplicaciones de la terapia. Uno de los aspectos más interesantes del uso de los fotosensibilzadores es el aprovechamiento de su fluorescencia intrínseca para la detección de tumores tales como los de vejiga, esófago y bronquios. El uso de la fotodetección intraoperatoria con posterior remoción quirúrgica o fotodinámica de la masa tumoral, promete también mejorar sensiblemente la calidad de vida en pacientes con tumores cerebrales.