BECAS
PEÑARRIETA Jimena JosÉ
congresos y reuniones científicas
Título:
Trabajo, tecnología y mujeres: el caso del sector de Software y Servicios Informáticos (SSI) en la ciudad de Villa María, Córdoba, Argentina, actualmente. Un avance de investigación.
Autor/es:
JIMENA JOSÉ PEÑARRIETA
Reunión:
Conferencia; IV ISA Forum of Sociology; 2021
Resumen:
Este trabajo indaga sobre la configuración de sensibilidades sociales sobre el trabajo en mujeres del sector de Software y Servicios Informáticos (SSI) actualmente en la ciudad de Villa María, Córdoba, Argentina. Tiene como objetivos caracterizar la imagen-mundo de las políticas públicas de fomento y capacitación en/hacia el sector, interpretar las percepciones sobre el trabajo a partir de la relación cuerpo-en-el-trabajo/naturaleza y determinar las sensaciones y emociones. Desde la sociología de los cuerpos/emociones se entiende que el mundo se comprende por y a través del cuerpo desde el cual se actúa, se siente y se aprehende el mundo (Vergara, 2018b). Los rasgos más estructurales y objetivos se anudan con los más subjetivos y vividos. Los procesos de estructuración social penetran en los aspectos más íntimos y privados de los sujetos: los individuos son al mismo tiempo sujetos y agentes (Vergara, 2018a). Dada la intrínseca relación de los cuerpos con las emociones en las prácticas y relaciones sociales, se configuran sensibilidades sociales (scribano, 2009; 2012) que son también el motor de las relaciones sociales (Simmel, 2002). Las sensibilidades sociales ?transitan las topologías cambiantes, inciertas del mundo del trabajo de un capitalismo que sigue buscando energías sociales para continuar su reproducción? (Vergara, 2018b). En el marco de un capitalismo dependiente y neocolonial, en el último tiempo en la región se han producido trasformaciones que estructuran las relaciones sociales en general y del trabajo en particular (Antunes, 2005 y Castel, 2001). Mas que reducir los índices de explotación, este contexto favoreció el desarrollo de determinados mecanismos de expropiación de energías (Roitman, Lisdero y Marengo, 2010 y 2012) como la transición hacia un modo de desarrollo informacional (Zanotti, 2011) y la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como sector paradigmático a los procesos productivos y de gestión (Lisdero 2012) que se basan precisamente en la energía productiva y la potencia de expropiación de un cuerpo (Lisdero 2010) y que se están produciendo en países en los que no se espera que las actividades de alta tecnología florezcan (Arora y Gambardella, 2005). En estas ?industrias sin chimenea? hay modalidades, formas y condiciones de trabajo que, si bien pueden considerarse novedosas, están inscriptas ?en la misma lógica de expropiación? (Vergara 2018b) que tiene como protagonista a la ?clase-que-vive-del-trabajo? (Antunes, 2005). Más allá del avance tecnológico, el cuerpo sigue siendo clave para la producción de plusvalor (Vergara, 2018b) y surge entonces como central ?la necesidad de reconocer las ?experiencias individuales? que los sujetos tienen sobre sus cuerpos para la constitución de la dominación y monocromía social de la expropiación? (Scribano, 2007). En este marco, las políticas públicas también cumplen un rol importante ya que producen y moldean la vida de las personas (Danani, 2004), sobre regulándolas (Scribano, 2008) y ?condensan las posibilidades de nominar, significar y hacer? estableciendo y configurando clasificaciones y categorizaciones sociales (De Sena, 2014). Aquí interesa analizar las Imágenes-Mundo de las políticas de fomento y capacitación del sector SSI. Las primeras pueden analizarse en torno a las demandas del sector y las características productivas de la región y, en las segundas, ?la educación aún conserva un papel importante como configurador de corporalidad; y al mismo tiempo, encarna un engranaje más de los nuevos mecanismos de explotación? (Lisdero y Quattrini, 2013). En este contexto de cambios y escenarios emergentes en el mundo del trabajo (Lisdero y Quattrini, 2013) es que, en el último tiempo, en Argentina, el sector SSI ha crecido más del 50% convirtiéndose en uno de los de mayor desarrollo desde la devaluación del año 2002 con respecto al empleo, las ventas y las exportaciones que son superiores a las de la industria manufacturera (OPSSI, 2018 y Barletta, Pereira, Yoguel, y Robert, 2013). Desde 2004 está vigente para el sector SSI un conjunto de políticas públicas que lo promueven (Barletta, Pereira, Yoguel, y Robert, 2013 y Agramunt y Andrés, 2015) lo que da cuenta de que la acción del Estado ha sido determinante para dinamizar en términos económicos e institucionales el crecimiento local del sector (Borrastero, 2013). Desde la óptica de género se sostiene que las mujeres ?enfrentan barreras vinculadas a estereotipos de género? al ?intentar acceder, mantener y promoverse en una posición laboral? (Chicas en tecnología, s.f.). En el marco de un diseño de investigación no experimental con perfil descriptivo e interpretativo y método cualitativo; se parte del supuesto de que existen políticas basadas en la tecnología como ?fantasía de futuro? siendo el Estado el que concentra/financia la mayor parte de los recursos humanos del sector aunque concentrándolos en los centros económicamente más dinámicos, desconociendo la heterogeneidad de las provincias y configurando sensibilidades que desconectan a los sujetos de su cuerpo y del entorno. La expansión del sector tiene su contracara en la precarización, flexibilización laboral, desigualdades de género, individualismo y fragmentación de los profesionales configurando la forma en que se disponen los cuerpos de quienes se emplean en el sector, las jerarquías de trabajo y formas de dominación. Más allá del avance tecnológico, nuevos materialismos y la relevancia de lo no-humano; el cuerpo sigue siendo clave para la producción de plusvalor y para observar los procesos expropiatorios inscriptos geocultural y políticamente. Para el caso de las mujeres su participación en el sector ha disminuido en porcentaje y pocas llegan a puestos directivos. Así, se elaboran sensibilidades de conformismo por ser suficiente haber ?llegado? donde llegaron; de insuficiencia porque se está preparada pero no es suficiente para las labores más técnicas; y de injusticia porque, ocupando el mismo lugar que los hombres, sufren distintas opresiones.