BECAS
ZAMBIASIO Violeta Amancay
congresos y reuniones científicas
Título:
Distribución de bosques fluviales del río Paraná
Autor/es:
ZAMBIASIO, VIOLETA AMANCAY; NEIFF, JUAN JOSÉ; CASCO, SYLVINA LORENA
Lugar:
Corrientes
Reunión:
Otro; XXII Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas Edición 2016; 2016
Institución organizadora:
Universidad Nacional del Nordeste
Resumen:
Desde la década del ochenta, el conocimiento de los ríos ha cobrado creciente interés e importancia, porque se reconoce su función como corredores bióticos que un en ecosistemas muy variados (Ward y Tockner, 2001). A partir de las contribuciones de Lewis et al. (1990) para el Orinoco y de Neiff (1990) para la Cuenca del Paraná, los grandes ríos de Sudamérica son interpretados como macrosistemas fluviales. El concepto de ?Pulso de Inundación? es reformulado por Neiff (1990) como ?Pulso hidrosedimentológico?, asignando en su definición igual capacidad dinamogenética sobre la organización del paisaje, a las fases de inundación y a las de aguas bajas. Esta nueva aproximación al conocimiento de los grandes ríos marca un cambio trascendente para la interpretación del paisaje y el análisis de la distribución y dinámica de las comunidades que viven en los ríos.El paisaje fluvial es analizado como un área espacialmente heterogénea, compuesta por mosaicos de distinta estructura y tipo de vegetación. La extensión y complejidad de cada hábitat y del patrón espacial, los diferentes estados sucesionales de la vegetación, determina la complejidad y diversidad de la vida silvestre en cada tramo del río (Church, 1992; Amoros y Petts, 1993; Tockner et al., 1997; Ward, 1998).Los antecedentes señalan el condicionamiento de los ecosistemas fluviales al régimen de pulsos. Sin embargo, la posibilidad de cuantificar la relación entre procesos bióticos y régimen de pulsos fue planteada más recientemente (Schnack et al., 1995; Neiff, 1996 y 2001; Casco, 2003; Neiff y Poi de Neiff, 2003, Neiff, 2005; Casco et al., 2010; Casco y Neiff, 2011; Neiff et al., 2014).Estas contribuciones permiten conocer, parcialmente, la respuesta de las poblaciones vegetales, animales y humanas al factor forzante que es la variabilidad hidrológica anual e interanual. Sin embargo, permiten visualizar la complejidad de los factores involucrados en la dinámica hidrológica. Es necesario lograr indicadores bióticos en base a un análisis holístico de la vegetación leñosa, tomada como indicador acumulativo de respuesta a las condiciones climático-hidrológicas. El estudio los bosques riparios es una herramienta para comprender los cambios que se producen en el río como consecuencia de perturbaciones y de disturbios ambientales, prever riesgos para la biodiversidad y valorar posibles impactos de obras de ingeniería (Neiff, 2005).Se analizaron bosques riparios de una sección del río Paraná, (25°19´47´´S; 58°47´04´´W). Se analizaron los bosques fluviales en dos escalas:Para la identificación y clasificación de los bosques a nivel de paisaje se utilizó el procedimiento de los relevamientos integradosutilizando el sistema de Clasificación Ecológica de Tierras ?ELC: Ecological Land Classification- (FEARO, 1978), con los ajustes sugeridos por Timoney (2006) para paisajes fluviales. El reconocimiento en campo, de los bosques fluviales se realizó de acuerdo a los lineamientos generales de Braun-Blanquet (1979) y Cottam y Curtis (1956), registrándose la ocurrencia de cada especie leñosa en distintas localizaciones geográficas y posiciones topográficas utilizando el método propuesto por Neiff (1986).Con la información de campo referida a la distribución de los bosques en cada sección y sector de la planicie de inundación del río y las mediciones topográficas correspondientes a cada registro, se procedió a obtener espectros de frecuencia de ocurrencia de cada especie en el gradiente topográfico siguiendo a Casco y Neiff (2013). El análisis de las imágenes satelitales y los reconocimientos en campo, permitieron obtener aproximaciones complementarias y diferenciar cuáles son las especies más frecuentes en niveles topográficos bajos y altos en la isla Palomera.A demás, se reconocieron las distintas unidades de paisaje, como ser los bosques inundables dominados por dos o tres especies (F1). Estos constituyen un hábitat de muy amplia variabilidad por lo cual los organismos o poblaciones tienen una gran capacidad adaptativa y rápida respuesta a las perturbaciones. Los tiempos disponibles y favorables para la germinación de las plantas son cortos, por lo tanto la vegetación debe tener períodos de fertilidad muy amplios, una gran sincronización entre la producción y liberación de las unidades dispersantes con las fases hidrológicas y un crecimiento rápido. Especies vegetales representativas: Salix humboldtiana, Tessaria integrifolia.Los bosques inundables pluriespecíficos (F2): ocupan barras o albardones de las islas más altas, con lo cual la duración de la fase de inundación es más corta, los sedimentos tienen mayor contenido de materiales finos y el suelo tiene una organización vertical incipiente. Es una de las unidades más ricas en especies debido a la presencia de varios estratos que forman una cobertura continua de vegetación. Constituyen una importante interferencia en el escurrimiento durante la potamofase. Especies vegetales representativas: Albizia inundata, Banara arguta, Cecropia pachystachya, Croton urucurana, Ocotea diospyrifolia, Nectandra angustifolia, Peltophorum dubium.Los resultados preliminares de este estudio indican que las poblaciones leñosas correspondientes al F2 son algo más frecuentes en los sitios más altos del área de estudio, en tanto que las poblaciones F1 se distribuyen con mayor frecuencia en sitios más bajos del gradiente.