INVESTIGADORES
LEIBOWICZ Ivan Federico
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Pienso, luego existo? Experiencias en La Huerta, Quebrada de Humahuaca
Autor/es:
IVAN LEIBOWICZ
Lugar:
San Fernando del Valle de Catamarca, Argentina
Reunión:
Congreso; IV Reunión Internacional de Teoría Arqueológica en América del Sur; 2007
Institución organizadora:
Doctorado en Ciencias Humanas (Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca
Resumen:
¿Pienso luego existo? Experiencias en La Huerta, Quebrada de Humahuaca. Ivan Leibowicz[1] Este trabajo abordará, de algún modo, la problemática planteada en este simposio desde el relato de una experiencia personal. En un temprano comienzo de mis investigaciones me plantee analizar el modo en que el Imperio Inka construía y resignificaba espacios como forma de dominar poblaciones a lo largo de su territorio. Siendo el foco de este estudio el sitio La Huerta, en la provincia de Jujuy. Basado en conceptos teóricos como los vertidos por Julian Thomas he pretendido acercarme  al espacio y al paisaje de un modo alejado al cartesianismo que ha dominado estos análisis. Intentar no ver al espacio como limpio y ascético como un sitio donde no existe el poder, el conflicto, las emociones. Dejando a un lado análisis solo basados en mapas, los cuales proporcionan un instrumento para hacer el mundo maleable, manipulándolo al tiempo que lo deshumanizan (Thomas 2001:170). He intentando humanizar ese paisaje, imaginarlo con gente viviendo en él, experimentándolo cada día. Entender la forma en que los sujetos se conducían en ese espacio tridimensional, lo experimentaban y lo percibían (Thomas 2001). Es aquí al pretender usar a conciencia estas ideas donde la experiencia como investigador en ese espacio, el vivir y conocer los sitios, representa una instancia, sin la cual, la utilización de estas concepciones hubiese resultado imposible. No concibo una arqueología donde esos términos tengan sentido y no solo sean meramente decorativos o respondiendo a ciertas modas teóricas en la cual la experiencia en el campo no resulte fundamental, no solo en el momento de la recolección de evidencia, sino en la generación de ideas. El trabajo de campo resulto fundamental, en mi caso, a la hora de la producción de conocimiento. La interacción con otros investigadores, las charlas y debates durante toda la estadía en Jujuy, no solo en la excavaciones o prospecciones, en el trabajo de campo en si, fue altamente fecunda a la hora de elaborar una gran cantidad de conceptos, los cuales fueron parte clave de mis trabajos posteriores. Considero, entonces, que nos encontramos ante un momento en la investigación único. Donde existe un espacio para la reflexión intersubjetiva, pocas veces equiparable en otras etapas de la misma. El estar allí, la participación colectiva en estas reflexiones, alejada muchas veces de las rigideces y jerarquías que se dan en los laboratorios, dan lugar a interpretaciones que, de no ser ignoradas, como intento ser en mi caso, pueden ser altamente fructíferas al momento de analizar cualquier aspecto de la vida de las sociedades pasadas. Retomando mi experiencia particular, y a modo breve ejemplo, daré cuenta de cómo estas ideas fueron aplicadas en mi estudio del sitio La Huerta, en la Quebrada de Humahuaca.