Las Pinturas Humanas de la Tunita y su Relación con las Plasmadas en Vasijas Cerámicas Aguadas

NAZAR, D. C. ; DE LA FUENTE, G. A.; VILLAFAÑEZ, ALEJANDRO EMILIO; MARTÍNEZ CARRICONDO, M.; ACOSTA, G.

Buenos Aires

Congreso; III Congreso Nacional de Arte Rupestre; 2019

Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano

La Tunita es el nombre que los arqueólogos han dado a un lugar de la Sierra de Ancasti (Catamarca, Argentina) donde cobran protagonismo grandes pinturas antropomorfas asignadas al Período Medio (ca. 600-1100 DC). Los abrigos que las cobijan emergen del bosque de cebil conformando conjuntos relativamente próximos entre sí, cercanos a sitios de vivienda y estructuras de posible uso agrícola. No se trata de la incorporación asilada de determinadas imágenes de la iconografía Aguada, sino que conforman una trama simbólica que intersecta una vía de tránsito que se dirige desde el piedemonte oriental de la Sierra de Ancasti hasta la zona cumbral en dirección al valle de Catamarca. En el arte rupestre de La Tunita tanto la figura humana como la felínica cobran un marcado protagonismo, acorde a un interés discursivo que busca conmover e impresionar a propios y extraños. Estas sugerentes pictografías se articulan a un macrorelatoque se expande más allá del Ancasti, estableciéndose relaciones detranstextualidad con imágenes plasmadas en otro tipo de soportes, tal el caso de vasijas cerámicas provenientes de distintos espacios de la geografía Aguada. En esta ponencia intentaremos mostrar la manera en que las mismas se enhebran en el repertorio iconográfico Aguada, procurando seguir su trayectoria en distintos tipos de soportes, particularmente en el material cerámico. El análisis prestará atención a elementos iconográficos y compositivos, es decir a sus cualidades plásticas (forma, tamaño, color, textura, posición, orientación y su repetición en el soporte/ artefacto, entre otras). Así mismo, consideramos que las cadenas operativas que requiere el arte rupestre pueden coincidir en algunos aspectos con la producción de otras materialidades, de allí nuestro interés por integrar también esta temática a la discusión, asumiendo que los estudios estilísticos deben abarcar los aspectos tecnológicos, decorativos, formales y funcionalesde la cultura material.