INVESTIGADORES
MAIDANA Carolina Andrea
congresos y reuniones científicas
Título:
Indígenas en la ciudad. Economía y reproducción social
Autor/es:
C. MAIDANA
Lugar:
Santa Rosa
Reunión:
Congreso; II Congreso Internacional Los Pueblos Indígenas de América Latina; 2016
Institución organizadora:
Universidad Nacional de La Pampa
Resumen:
En la década de 1970, numerosas organizaciones indígenas de nuevo cuño surgieron en América Latina, en un contexto de reconocimiento y respeto por las diferencias culturales y de debate internacional sobre los Derechos Humanos, en el cual se intensificó la discusión sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Dicha re-emergencia político-cultural presentó además de ésta otras dos fuentes de influencia externas: las acciones de una nueva pastoral indígena católica y de una nueva antropología, que a partir del Grupo de Barbados proyectó internacionalmente sus críticas a las políticas integracionistas entonces en boga (Barabas 2008). La producción académica generada al calor de esta nueva antropología crítica postuló entonces el derecho de los pueblos indígenas a la diferencia cultural y a la autogestión de sus sociedades, y señaló que la especificidad de la población indígena y de sus relaciones con la sociedad dominante no podía ser entendida sólo a partir del modo de producción capitalista. Este señalamiento ponía énfasis en las características concretas que asumían sus formas de producción, distribución, intercambio y consumo (Bonfil Batalla 1978). En el continente americano el modo capitalista de producción se impuso articulando en su beneficio otros modos de producción preexistentes, que no permanecieron estáticos pero que tampoco se transformaron en plenamente capitalistas. Si bien la privatización de la tierra por parte de los sectores hegemónicos que conformaron los estados nacionales, imposibilitó que los pueblos indígenas continuaran reproduciendo su vida de la misma forma en que lo hicieran antes de la expansión occidental (Bartolomé 1986), éstos continuaron, a lo largo del tiempo, planteado diferentes concepciones de vida y relación con la tierra; continuaron desarrollando -junto a las formas impuestas de producción y reproducción social- otras formas de organización socioeconómicas caracterizadas por códigos distintivos para clasificar los recursos y para definir la relación del hombre con la naturaleza (Godelier 1976); formas que representan oposición y resistencias al alambrado, a la deforestación, al agotamiento de los suelos y a la sobreexplotación de recursos. Este trabajo se funda en una investigación junto a migrantes indígenas en la ciudad y se propone, a partir de ésta, reflexionar sobre las economías productivas y su vinculación con las tierras, los territorios y las territorialidades. Para ello, se señala que es el hecho de estar juntos en la ciudad, lo que permite a los migrantes indígenas configurar particulares espacios productivos, que teniendo como meta alcanzar una mejor calidad de vida, generan acciones colectivo-comunitarias que favorecen los procesos de socialización y de transmisión cultural. Se describen y analizan luego diversas experiencias de organización de la producción en la ciudad, que posibilitan que aún jóvenes nacidos en ámbitos citadinos se reconozcan como indígenas, sean portadores de saberes particulares y construyan un singular ?nosotros? en un contexto plural como el de las grandes urbes. Sin embargo, tal como señala M. Bartolomé (2006) estos repertorios culturales interiorizados como habitus ? en el sentido de Bourdieu (1991)- no sólo sirven para distinguir un ?nosotros? de un/os ?otros?, sino que también sirven para organizar la vida del ?nosotros?. Es decir, que la cultura sirve no sólo para ser, sino también para hacer, y es por ello que el campo de lo económico debe ser comprendido en términos de reproducción social y reconstrucción territorial. Es en este sentido que se plantea que los espacios ocupados, rememorados, transitados, vividos y/o demandados se transforman en territorios en el hacer cotidiano, al revestir de significados aquellos espacios que involucran los procesos de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes materiales y simbólicos. Se enfatiza de este modo el hecho de que los procesos productivos desarrollados en los contextos de migración satisfacen necesidades humanas que exceden las respuestas a los requerimientos del mercado.