INVESTIGADORES
NAISHTAT Francisco
congresos y reuniones científicas
Título:
Bolívar Echeverría, Walter Benjamin y el barroco iberoamericano. Cuestiones hermenéuticas y ético-políticas
Autor/es:
FRANCISCO NAISHTAT; NATHALIE GOLDWASER
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; V Jornadas Internacionales de Hermenéutica; 2017
Institución organizadora:
Carrera de Sociología de la FCS, Universidad de Buenos Aires
Resumen:
Bolívar Echeverría, Walter Benjamin y el barroco iberoamericano. Cuestiones hermenéuticas y ético-políticas (RESUMEN)Quiero tomar en préstamo a Didi-Huberman una expresión para referirme a su vez a la figura del barroco hoy: se trata de la expresión de anacronismo productivo. Recientemente en Buenos Aires para la inauguración de la muestra ?Sublevaciones? (Museo de la inmigración) Didi Huberman opuso los prejuicios ilustrados contra el/los anacronismo(s). Citó a Lucien Febvre, célebre fundador junto a Marc Bloch de la escuela de Annales, quien dijo que el anacronismo es el peor pecado de un historiador. Y de verdad hay un viejo prejuicio ya denunciado por Benjamin que consiste en pensar que el historiador debe, para estudiar una época, internarse en el pasado y olvidar todo lo que pasó después (Fustel de Coulanges). También los estructuralismos en el siglo XX nos han familiarizado con la idea de que las épocas tienen contornos estructurales y que es anacrónico y perjudicial atravesarlos o ignorarlos: las ideas de episteme, paradigma, gramática reflejan esos límites, más o menos implícitos o tácitos, pero no menos determinantes para circunscribir las épocas. Si llamamos a esas formas o contornos el ?a priori histórico?, es decir, no estructuras eternas, pero al menos formas que se despejan de los procesos históricos mismos, podemos sin embargo destacar que no menos importante que la noción de a priori histórico, es la noción de ?huella? (Spuren, trace). Huella viene de hollar, pisar: señal que deja el pie del hombre o del animal en la tierra por donde pasa. Ahora bien, la huella atraviesa los límites de las épocas. Se trata de algo que ?sobrevive? más allá de una época dada y de su gramática. En esa supervivencia (Nachleben) de la huella, también cambia de significado, se re-interpreta, pero no deja sin embargo de sobrevivir. Si el siglo XX nos ha familiarizado con las gramáticas, las estructuras y los a priori históricos, desde Binswanger a Foucault y de Levi-Strauss a Kuhn, también nos a familiarizado con el esfuerzo en dirección distinta de pensar las huellas, la supervivencia, el Nachleben. El Nachleben y la huella invocan una experiencia que no es meramente una experiencia dentro de los límites, sino lo que Benjamin denomina una ?experiencia de umbral?. Umbral es Schwelle. Límite es Grenzen. El umbral y el límite son diferentes. Desde esta perspectiva trataremos aquí el barroco, a partir de Benjamin y de Bolívar Echeverría.