INVESTIGADORES
BRAICOVICH Rodrigo Sebastian
congresos y reuniones científicas
Título:
La redefinición del yo como condición del cuidado del mundo: dificultades de una quimera antropológica
Autor/es:
BRAICOVICH, RODRIGO SEBASTIÁN
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Jornada; II Jornadas Internacionales de Filosofía: "El cuidado de sí y el cuidado del mundo"; 2018
Institución organizadora:
Universidad del Salvador
Resumen:
No ha sido infrecuente, en la historia del pensamiento occidental del último siglo, denunciar el carácter arbitrario, eurocéntrico y nocivo que posee la distinción tajante entre el yo y el mundo que Occidente ha heredado de las cosmovisiones grecorromana y cristiana. De acuerdo a dicha crítica, una revisión de los límites que el pensamiento occidental ha tendido a establecer entre el sujeto y aquello que lo rodea (ya sea desde una perspectiva metafísica, ética o jurídico-política) constituiría una tarea no sólo posible sino también deseable: posible dado que, como lo demostraron ya las investigaciones etnográficas del siglo pasado, la postulación de una escisión tajante entre el yo y el mundo la única organización posible de los órdenes ontológicos que constituyen la realidad; deseable en tanto que podría conducir a nuevas axiologías y al establecimiento de nuevas relaciones (no jerárquicas) entre el sujeto y aquello que él define como su entorno. No obstante, y aun cuando existan ya evidencias casi decisivas en contra de la existencia de un yo libre, consciente, que opera como centro de control de las acciones y decisiones del sujeto, la idea de un yo nouménico, flotante (para utilizar la metáfora de A. Long) ha demostrado ser, como una especie de tardígrado del lenguaje, virtualmente indestructible. De modo análogo a como la idea del libre albedrío puede ser interpretada como una absoluta ilusión, pero necesaria e inerradicable (S. Smilanksy), el concepto de yo bien puede ser interpretado como una absoluta ficción, pero una ilusión que posee raíces pragmáticas y evolutivas tan profundas que no puede llegar a ser extirpada, sino únicamente puesta en suspenso. Desde esta perspectiva, como intentaré sugerir, todo intento de difuminar la frontera brutal que separa al yo del mundo no puede ser interpretada más que como una quimera, bienintencionada pero tan condenada al fracaso como toda propuesta, ética, política o ecológica que se construya sobre ella.