INVESTIGADORES
PERELMAN Mariano Daniel
congresos y reuniones científicas
Título:
Demanda y negociación del Espacio público. El Caso de dos MTDs de la Ciudad de Buenos Aires
Autor/es:
PERELMAN, MARIANO
Lugar:
Los Polvorines, Argentina
Reunión:
Congreso; Seminario Latinoamericano “Teoría Política sobre Asentamientos Informales; 2006
Institución organizadora:
ICO-UNGS
Resumen:
Durante la década del noventa y principios de la del dos mil en Argentina se produjeron profundas transformaciones en todos los ámbitos, (entre ellas la organización socio-espacial) y se generaron nuevas formas de demandas (piquetes, cacerolazos, recuperación de fábricas, saqueos, etc.). Una de las particularidades que éstas adquirieron fue la territorialización de las acciones. Así, cuestiones como las del trabajo, se sumaron y articularon a otros problemas presentes desde siempre en los sectores populares como es el de la vivienda y el uso del espacio en la Ciudad de Buenos Aires. Recuperando experiencias surgidas en el interior del país, primero, y en el conurbano bonaerense, más tarde, algunos integrantes de asambleas barriales y desocupados de diferentes barrios del sur de la ciudad (la más pobre) formaron Movimientos de Trabajadores Desocupados (MTDs). Como en la mayoría de los movimientos, la cuestión de la vivienda es una de las  preocupaciones central. La Ciudad de Buenos Aires adquiere ciertas especificidades en cuanto a su distribución socio-espacial. A la vez los problemas habitacionales son bien distintos dentro de ella, pero fundamentalmente son muy diferentes a los que aquejan a los sectores populares del conurbano bonaerense (retomo esta diferencia ya que la mayoría de los trabajos de investigación sobre MTDs son del conurbano bonaerense dónde las demandas habitacionales son diferentes a las de los grupos inscriptos en la Ciudad de Buenos Aires). En esta ponencia nos interesa analizar a partir de dos Movimientos de Trabajadores Desocupados (uno del barrio de Parque Patricios y otro de Barracas) de la ciudad estas “otras formas de informalidad habitacional” como son los inquilinatos, los hoteles, los conventillos que configuran las maneras de vivir de gran parte de los sectores populares de la ciudad. De esta forma, se dará cuenta de cómo las políticas habitacionales y del uso del espacio urbano en la ciudad generan demandas y negociaciones; cómo la particular construcción del espacio está interpelada por estos grupos que exigen su utilización para poder desarrollar sus actividades. Al mismo tiempo, se desarrolla la idea de que las políticas y las formas de intervención estatal sobre el espacio son parte de dispositivos político-espaciales sobre los sectores populares. Como dijimos, si bien por la forma en que se configuran estos dos movimientos de trabajadores desocupados con respecto a la cuestión de la vivienda y del uso del espacio urbano, (disputa de la vivienda, del espacio que funciona como comedor, los lugares en que viven los integrantes, los lugares de protesta, etc.) no refieren exactamente a lo que suele llamarse “asentamiento informal”, creemos relevante analizar y poder comparar estas otras formas de “informalidad habitacional”, para poder dar cuenta de las distintitas formas que adquiere la cuestión de la vivienda en los sectores populares.  Por su ubicación geográfica, si bien se encuentran en la zona más pobre de la ciudad, no podemos establecer que exista una “fragmentación” socio-espacial con otros grupos sociales. La ubicación de los movimientos y las viviendas de sus integrantes no son “marginales”, sino que se encuentran en barrios donde conviven sujetos de clases bajas, medias y altas. Así la relación con el espacio y con los vecinos adquiere características particulares.   Además consideramos que el análisis de los movimientos en la Ciudad de Buenos Aires en relación a la intervención en el espacio viene a poner luz a ciertas cuestiones que han sido poco analizadas: por un lado, como dijimos, poder dar cuenta de cómo el Estado utiliza la política habitacional como forma de control; por otro, como las transformaciones en la intervención estatal han generado toda una serie de demandas en torno al espacio en la ciudad; también, establecer cómo las transformaciones ocurridas durante el noventa, y luego de la devaluación han producido nuevas formas de entender y utilizar el espacio.  Todos estas cuestiones que se desprenden del análisis de MTDs de la Ciudad permiten, además poder generar herramientas para conceptualizar las transformaciones en la utilización del espacio, diferentes a las ocurridas en otras partes de Argentina. Con esto queremos decir que si bien existieron transformaciones que tuvieron efectos a nivel nacional (y de hecho podemos ampliar el espectro a un nivel global), debemos tener presente cómo éstas produjeron efectos locales particulares. Resulta necesario un estudio de las prácticas y respuestas diferentes que existieron y que van configurando las relaciones espaciales. Algunos de los ejes que conforman la apropiación del espacio de las clases populares. Los hoteles, inquilinatos y casas tomadas forman parte del repertorio de viviendas en que los integrantes habitan. Muchos de estas formas son ilegales y todas son temporales y precarias, generan formas de conceptualzarse como utilizadores del espacio y de la ciudad. A su vez muchas de ellas (hoteles pagos por el GCBA, por ejemplo, sirven como forma de control de la población) Por otro lado, los mismos movimientos se encuentran en problemas para conseguir espacios dónde funcionar y poder llevar acabo sus actividades en lo cotidiano, entre ellas el comedor que para ambos movimientos cumple un rol central. Por las características que adquiere la intervención del Gobierno de la Ciudad, los comedores populares deben enmarcarse dentro de cierto marco legal, parte del cual es que éstos deben funcionar en espacios “legales” (por ejemplo un local alquilado). Durante los últimos años se produjo un triple proceso que complica la situación aún más para los movimientos localizados en el ámbito de la Ciudad: por un lado, la devaluación implicó una pérdida más que significativa en el poder adquisitiva de los sujetos; por el otro, y como parte de este mismo proceso, las transformaciones en el mercado inmobiliario hace que la posibilidad de costear un terreno se haga cada vez más difícil; Por último, la aparición de nuevas formas de intervención estatal (como la reorganización de diferentes planes sociales en torno al Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados en 2002). Estos procesos  producen formas de vivir y utilizar el espacio, de representarse y de demandar sobre éste. A partir de estas líneas de análisis se pueden desarrollar las particularidades que han adquirido las configuraciones espaciales y ámbitos de acción de los grupos de desocupados de la ciudad. Cabe aclarar que no sólo existe una utilización del espacio en tanto vivienda o lugar de producción diaria del MTD, la ciudad es también un espacio donde esas demandas se llevan a cabo. En este sentido queda por pensar cómo los MTDs interpelan a los sectores hegemónicos a partir de una reutilización de la ciudad como espacio de protesta. Todos estas particularidades son necesarias para pensar de forma compleja las maneras en que la Ciudad de Buenos Aires es vivida y construida y  como sirve de ámbito para la lucha por discursos políticos.