INVESTIGADORES
SOMONTE Carolina
congresos y reuniones científicas
Título:
AJUSTANDO LA DENOMINACIÓN DE UNA MATERIA PRIMA LÍTICA PRESENTE EN FUENTES DE APROVISIONAMIENTO DE AMAICHA DEL VALLE: RESULTADOS DE ANÁLISIS PETROGRÁFICOS Y QUÍMICOS (SEM-EDS)
Autor/es:
CAROLINA SOMONTE; CARLOS ALBERTO BAIED
Reunión:
Congreso; VII CONGRESO NACIONAL DE ARQUEOMETRÍA; 2018
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Tucumán, Fac. de Ciencias Naturales e IML.
Resumen:
Dentro del espectro de materias primas utilizadas por las sociedades prehispánicas, las rocas volcánicas de tipo andesítico son los recursos líticos que poseen mayor representatividad en diversos sitios arqueológicos de las vertientes occidentales de Cumbres Calchaquíes y Sierras del Aconquija (Tucumán). Estas rocas volcánicas están asociadas en su origen al Complejo Volcánico Portezuelo de las Ánimas (González 1990; González y Barreñada 1993), término que designa a las rocas de un evento volcánico significativo de la Sierra del Aconquija. Hace casi tres décadas, se realizaron cortes petrográficos sobre estas rocas volcánicas, que permitieron separarlas en tres grandes grupos a nivel macroscópico y microscópico (González 1990). Esto, nos permitió establecer una primera relación macroscópica entre muestras geológicas y arqueológicas presentes en fuentes de aprovisionamiento y sitios arqueológicos de la quebrada de Amaicha (Somonte y Baied 2011). A partir de sus características, y teniendo en cuenta la problemática arqueológica, denominamos a estos grupos de rocas andesíticas como variedades B, G y P. Dentro de la variedad B están incluidas aquellas andesitas básicas o basandesitas, con tendencia a basaltos, comunes en la parte superior de la sección tipo del Complejo Portezuelo de las Ánimas. Este grupo incluye rocas que presentan un color gris oscuro, la matriz es afanítica y no presenta fenocristales, lo que estaría inhibiendo a la roca de la existencia de zonas de debilidad para la talla. Presentan fractura concoidea y por sus atributos son las que mejor calidad ofrecen para la talla. Este recurso, de carácter local y altamente disponible, se asocia a diversos procesos reutilización y reclamación artefactual en el pasado, situación que evidencia cierta condición de preferencia sobre las restantes materias primas. En este trabajo se pretende ajustar la descripción microscópica de la variedad B, mediante un estudio comparativo petrográfico, microscópico y submicroscópico entre muestras arqueológicas procedentes de una superficie de glacis conocida como Rio Las Salinas 2 (RLS2 -una de las fuentes secundarias y terciarias de Amaicha del Valle)y nódulos de esa materia prima disponibles en la misma superficie de glacis. Esta comparación permitirá establecer fehacientemente el uso de dicha fuente secundaria, cuya explotación efectiva siempre ha sido más asumida que demostrada. Para tal fin, se seleccionaron muestras arqueológicas y geológicas correspondientes a la materia prima que macroscópicamente definimos como andesita B, recurso altamente disponible en diversas superficies de glacis y en los ríos Amaicha y Las Salinas. Del material seleccionado se obtuvieron muestras que fueron examinadas con microscopios petrográfico y electrónico de barrido (MEB). Teniendo en cuenta que el tamaño mínimo para que los cristales sean visibles al microscopio petrográfico es del orden de 10 µ, por debajo de este límite la identificación mineralógica se realiza mediante el uso del MEB. El MEB complementa al microscopio petrográfico, ya que la resolución de éste alcanza 50 aumentos (50x), mientras que la del MEB oscila entre 20 (20x) y 20.000 (20.000x). Además de aportar información valiosa sobre aspectos texturales de la muestra analizada a escala microscópica y nanoscópica, también brinda información sobre su composición química a través de espectrometría de dispersión de energía de rayos X (EDS) que permite determinar cuantitativamente la composición química de los distintos componentes de la muestra. La preparación de la muestra arqueológica y geológica comenzó con el corte de un trozo de la roca con una sierra de punta de diamante para obtener una superficie plana. Una vez obtenidas las muestras, las mismas fueron sometidas a procedimientos de preparación diferenciados según el instrumental de análisis a utilizar, microscopio petrográfico o el MEB. Para el análisis con microscopio petrográfico, se procedió al pulido de la superficie plana de la muestra, para eliminar las huellas del corte y obtener un plano lo más suave posible. Luego, se pegó la superficie pulida sobre un portaobjetos de vidrio con un agente cementante incoloro e isótropo (resina). Posteriormente, se recortó la muestra para obtener una sección lo más fina posible. Después, se desbastó la muestra hasta alcanzar un espesor aproximado de 30 µ. Finalmente, se le colocó un cubreobjetos, pegándolo con un cemento similar al usado para pegar la roca al portaobjetos. El análisis con MEB, se realizó en el Centro Integral de Microscopia Electrónica (CIME-CONICET). La muestra (trozo de roca cortada) fue deshidratada y cubierta con oro, para que sea conductora al haz de electrones. El recubrimiento de las muestras con oro permite obtener imágenes de MEB de muy buena calidad, pero dificulta el empleo de EDS ya que enmascara el espectro de otros elementos químicos que pudieran existir en la muestra (Welton 2003).Los resultados de los análisis petrográficos indican que las tres muestras presentan una mesostasis holocristalina y afanítica criptocristalina (fino gris) en la que no se reconoce mineralogía. Se identificaron microlitos de plagioclasa (tablillas), de formas subhedrales y hábito tabular que se disponen sin orientación preferencial (textura pilotáxica). Inmersos en esa matriz se observan numerosos fenocristales de tamaños variados entre los que se destacan los de olivino, que se presentan en individuos de mayor tamaño, con relieve elevado característico, de formas anhedrales e intensamente fracturados. Se observan también fenocristales de menor tamaño de clinopiroxenos (augita y diópsido), que se presentan en secciones basales octogonales o prismáticas, de formas euhedrales a subhedrales, asi como escasos fenocristales de oxi-hornblenda, subhedrales, de hábito romboidal, de color pardo rojizo y con coronas de minerales opacos. Los minerales de tamaños reducidos cuya identificación no pudo establecerse mediante el microscopio petrográfico, se determinaron con el MEB (técnica EDS). Los resultados composicionales para las tres muestras fueron comparables químicamente, es decir que cuentan con componentes químicos que se corresponden mineralógicamente entre sí. En otras palabras, los análisis EDS confirmaron lo observado petrográficamente, ya que se trata del mismo tipo de roca: un basalto. Los análisis EDS indican similitudes en la presencia de componentes químicos que se relacionan con determinados minerales. En este sentido, elementos como SI, O, Fe, Ca, Mg, Al, K, P, Mn, entre otros, se combinan en proporciones diferentes según sea el tipo de mineral.Los resultados obtenidos conducen a re-denominar la andesita variedad B como basalto de acuerdo a la clasificación propuesta por Streckeisen (1976). La correspondencia petrográfica y química entre las muestras arqueológicas y el nódulo ratifican la disponibilidad de este recurso dentro de la superficie de glacis y, además, demuestran la explotación efectiva de esta fuente de aprovisionamiento. Este recurso se encuentra disponible en distintos tipos de fuentes de aprovisionamiento secundarias y terciarias. Los futuros análisis sobre muestras arqueológicas y geológicas de las variedades G y P permitirán, en conjunto, profundizar el conocimiento arqueológico de las estrategias de aprovisionamiento de los recursos líticos locales y su explotación diferencial.