BECAS
PERRONE NicolÁs HernÁn
congresos y reuniones científicas
Título:
?La falsa soledad de un jesuita tucumano expulso: Diego León de Villafañe S.J. (1741-1830) y sus redes eclesiásticas en el Rio de la Plata?
Autor/es:
NICOLÁS HERNÁN PERRONE
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Jornada; XVI Jornadas Interescuelas / Departamentos de Historia, Universidad Nacional de Mar del Plata; 2017
Institución organizadora:
Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Mar del Plata
Resumen:
Diego León de Villafañe -miembro de una de las familias de élite más importantes del Tucumán colonial- entró a la edad de 16 años a la Compañía de Jesús en la ciudad de Córdoba y fue por lo tanto, como todos sus correligionarios, afectado por la Pragmática Sanción de Carlos III de 1767; a causa de esto tuvo que pasar al exilio a la península itálica con el resto de los jesuitas iberoamericanos. Durante más de treinta años Villafañe compartió el destino de sus compañeros ignacianos viviendo en las ciudades de Faenza y Roma. Sin embargo, existe una importante particularidad en la trayectoria personal de este sacerdote tucumano: Villafañe fue no solo uno de los pocos jesuitas que aprovechó exitosamente los permisos de la corona española para regresar a España y América (1797-98), sino que fue el único miembro de la Provincia del Paraguay que logró regresar a la misma en 1799 y consiguió instalarse en su tierra natal a pesar de la segunda Real Orden de expulsión de 1802. De esta manera y gracias a su regreso, Villafañe vivió en Tucumán durante los tumultuosos años del proceso de independencia argentino. Las principal fuente para el estudio de su vida es la correspondencia que este jesuita tucumano mantuvo -entre los últimos años del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX- con Ambrosio Funes, hermano del Deán de Córdoba. En estas cartas Villafañe intercambia con Funes numerosas noticias personales, familiares, políticas y religiosas de las regiones de Tucumán y Córdoba. Una de las cosas que este jesuita gustaba resaltar en sus misivas era el estado de aislamiento y soledad en el que se encontraba luego de su regreso del exilio en Italia. No obstante, la propia correspondencia de Villafañe parece contradecir estas afirmaciones que buscaban crear la imagen de un jesuita solitario -alejado de su patria en 1767 y luego, a su regreso, de sus correligionarios que se quedaron en Italia-. En este trabajo buscaremos reconstruir puntualmente, mediante la información que nos proveen las cartas de Villafañe, los diferentes contactos que Diego León de Villafañe construyó y mantuvo -entre 1799 y 1830- con el clero del Rio de la Plata. Un acercamiento a las redes tejidas localmente por este jesuita expulso nos permitirá tener un mejor conocimiento sobre el proceso de supervivencia -personal, institucional e identitario- de la Compañía de Jesús entre su expulsión (1767), supresión (1773) y restauración (1814).