INVESTIGADORES
BERGEL Martin
congresos y reuniones científicas
Título:
Nomadismo proselitista y revolución. Notas para una caracterización del primer exilio aprista (1923-1931)
Autor/es:
BERGEL, MARTÍN
Lugar:
Lima
Reunión:
Taller; Taller de discusión del Instituto de Estudios Peruanos; 2008
Institución organizadora:
Instituto de Estudios Peruanos (IEP)
Resumen:
En este trabajo se intenta ofrecer una caracterización general del tipo de exilio del aprismo en sus orígenes a través del avistaje del tipo de prácticas, de la disposición vital (lo que aquí llamamos ethos), y de la narrativa y la autorrepresentación de sí mismos que desarrollan los jóvenes peruanos enrolados en el APRA en su peregrinaje por varios países del continente y aún de Europa. Los viajes y las estancias en el extranjero de Haya de la Torre por Panamá, Cuba, México, Rusia, Suiza, Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Centroamérica, etc., los de Seoane por Argentina, Uruguay y Bolivia, los de Heysen y Ravines por Argentina  y Europa, y los de Magda Portal por México y las Antillas, entre otros, permiten delimitar una serie de rasgos comunes que componen una tipología de lo que aquí llamamos exilio proselitista. La continua agitación, el dictado de conferencias, la escritura permanente en diarios y revistas de un sinnúmero de países de Latinoamérica y Europa, la correspondencia como vehículo del diseño trasnacional de estrategias y programas políticos (todas características que en Haya se encuentran especialmente  con especial énfasis, pero que se encuentran asimismo presentes en el resto de las figuras recién nombradas), conforman esa serie de rasgos. En este trabajo, se buscará poner a prueba dos hipótesis. La primera, afirma que esa cultura nomádica que el exilio dispone y que los jóvenes apristas ejercitan sin hesitaciones, ofrece una de las razones de peso del éxito con el que logran sobresalir y destacarse entre la miríada de iniciativas de sesgo americanista y antiimperialista que se desarrollan en América Latina en los años ’20. En otros términos, la singular movilidad y el carácter dinámico de los apristas les confiere una visibilidad y una reputación que les permite destacarse en el escenario latinoamericano y, en el caso de Haya, aún mundial (basta apreciar el éxito de sus conferencias en Inglaterra y Estados Unidos y el modo en que escribe en publicaciones de diversos países europeos). La segunda hipótesis es que es al calor del ejercicio de ese exilio proselitista que cobra vida una nueva representación del intelectual que los apristas buscan encarnar: se trata del intelectual de acción, o intelectual revolucionario, que reivindica sus prácticas específicamente intelectuales sí y sólo sí ellas no se vean reñidas con a acción. Ese culto a la praxis vital es el que permitirá a los apristas construir una representación de sí mismos en la que se encuentran nítidamente separados ya no solamente de la generación de intelectuales peruanos anterior a ellos (los novecentistas: Beaúnde, los hermanos García Calderón, Riva Agüero), sino incluso de los por otra parte admirados “maestros” de la nueva generación americana: Palacios, Ugarte, y sobre todo Ingenieros.