BECAS
VERDENELLI Juliana
congresos y reuniones científicas
Título:
Mujeres Presentes. Representaciones Visuales en Disputa: Las Fotografías de Adriana Lestido y Diversos Modos de Recrear la Feminidad
Autor/es:
JULIANA VERDENELLI; LUCIA DE ABRANTES
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; VII Jornadas Santiago Wallace de Investigación en Antropología Social. Sección de Antropología Social; 2013
Institución organizadora:
Instituto de Ciencias Antropológicas. Facultad de Filosofía y Letras, UBA
Resumen:
Nos vemos inmersos en un mundo abarrotado por imágenes. El lenguaje visual se ha vuelto uno de los principales vehículos por donde circulan las representaciones individuales y colectivas que construimos acerca del espacio social en el cual vivimos. El ámbito público se despliega visualmente y la intimidad se recrea bajo la misma forma. Las imágenes no solo portan cierta información acerca de hechos pasados, presentes y futuros, sino que son ?en sí mismas- formas de vincularnos con lo que nos rodea, formas de aprehender, así como de situarnos en el mundo social en el cual participamos. No obstante, en muy pocas ocasiones nos detenemos a analizar cuáles son las visiones del mundo que esas representaciones visuales nos proponen. Por el contrario, cierta propensión ?naturalizadora? parece dominar las relaciones que los sujetos sostenemos con ellas. Boris Kossoy (2001), acierta al hablarnos de la ?la civilización de la imagen?. Dicha civilización, va a decirnos, logró instalarse sólo algunas décadas después de la aparición de la fotografía. Esta actividad revolucionó el universo de las precepciones, al develar la idea de un mundo sustituto -una simulación analógica de lo real- compuesto por imágenes que podían ser coleccionadas. Desde ese entonces, se ha fotografiado casi todo. El inventario comenzó en 1839 para nunca dejar de incrementarse: ?Las fotografías (?) se adhieren en álbumes, se enmarcan y se ponen sobre mesas, se clavan en paredes, se proyectan como diapositivas. Los diarios y las revistas las destacan; los policías las catalogan; los museos las exhiben; las editoriales las compilan? (Sontag, 2007: 17).Bajo esta propulsión, el acto de fotografiar fue concebido mediante su capacidad documental. Así, las fotografías comenzarían a ser percibida como una especie de prueba, a la vez que necesaria y suficiente, que atestigua indudablemente la existencia de lo que da a ver (Dubois, 2008).Sin embargo, lo que nos interesa aquí es explorar el ?mundo de las imágenes?, no sólo en tanto documentos, sino ?y principalmente- en tanto ?interpretaciones posibles?; vale decir, como representaciones que buscan disputar el sentido de un suceso. La fotografía captura realidades fragmentarias, selecciones impresas según la visión del mundo de sus autores y sus editores; registros de realidades parciales que persiguen establecer conceptos y sentidos en el imaginario colectivo. Entonces, la fotografía no es simplemente un registro o un documento sino ?ante todo- una representación que recorta la realidad de un modo, y que bajo este carácter busca desarrollar posibles posicionamientos. Ahora bien: las imágenes fotográficas entendidas como recortes e interpretaciones, se incluyen dentro la historia cultural de una sociedad. En este sentido, las imágenes seleccionan ?visibilidades posibles? y así, lo ?que se ve? forma parte del universo de lo que ?se puede ver?. La representación fotográfica refleja y documenta en su contenido no sólo una estética inherente a su expresión, sino también una estética de vida consensualmente preponderante en un determinado contexto social y geográfico, en un momento particular de la historia (Kossoy, 2001).Para que una imagen comience a circular como un objeto capaz de condensar representaciones acerca de un suceso, es necesario que esa comunidad -que recibe, que se apropia, que rechaza y que hace circular a ese objeto- imagine que aquello que se representa es un acontecimiento. A este respecto, Susan Sontag (2007) va a plantear que aunque un acontecimiento ha llegado a señalar algo digno de ser fotografiado, es la ideología (en el sentido más amplio) lo que determina qué es un acontecimiento. Dentro de esta perspectiva, la ideología marca los contrastes establecidos entre lo visible y lo invisible; entro lo visto y lo no visto; entre el deseo de mirar y el deseo de que aquello permanezca oculto. Luego de este pequeño recorrido hemos llegado a esclarecer una cuestión fundamental: la fotografía y su producción de imágenes no son más ni menos que argumentaciones ?más o menos legítimas, más o menos consensuadas, más o menos subversivas-, socialmente construidas, sobre esa porción de realidad social que se recorta. Así, en función de lo dicho, el presenta trabajo intentará poner en discusión este conjunto de ideas, a partir de la recuperación de ciertos fragmentos de la obra de la fotógrafa argentina Adriana Lestido . Particularmente, explorando los trabajos que llevan por título ?Madres Adolescentes? (1989-1990), ?Mujeres Presas? (1991-1993) y ?Madres e Hijas? (1995-1999), buscaremos analizar cómo, desde una mirada fuertemente etnográfica, la autora es capaz de poner en imágenes una narrativa ?materna? que persigue corroer los modelos y estereotipos que signan las formas (más)legítimas de representar y experimentar la maternidad. ¿Por qué elegimos sus fotografías? Porque son capaces de poner en escena el conjunto de interrogantes que nos hemos hecho: ¿Qué representaciones y argumentaciones se ponen en juego en sus imágenes? ¿Dentro de qué disputas se insertan? ¿Qué nos dice y qué deja decirnos una imagen? y, fundamentalmente, ¿Cómo las representaciones visuales se inscriben en una dinámica de ausencias y presencias? Veamos cómo Adriana Lestido interviene con sus fotografías en esta discusión.