Ensayo y filosofía

CABANCHIK SAMUEL MANUEL

Mendoza

Congreso; V Congreso Interoceánico de Estudios Latinoamericanos; 2014

Instituto Filosofía Argentina y Americana - IFAA, Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo

Sepresentarán los vínculos entre ensayo y filosofía, en tanto queexpresiones de un posible continuo, dentro del cual se generaría uncampo de tensión nutricio para ambas formas discursivas. Seargumentará que la elecciónentre el extremo filosófico y el ensayístico del continuo aludido,puede implicar desde la simple adecuación técnica entre forma ycontenido según sea el proyecto en cuestión, hasta comprometer unaética y una política del pensamiento y de la escritura. En estesentido, se sostendrá que optar por el camino de la filosofía o eldel ensayo, es una alternativa a resolver cada vez, de modo que solola estadística determinará cuándo se impondrá una u otraclasificación sobre el autor o su obra tomada en extensión. La cuestión aresolver cada vez, se espera mostrar, es quién manda u ordena eltexto: el significado o el significante, el concepto o la imagen, laliteralidad o la metáfora, el problema formulado o el decir de quienlo formula, la generalidad de una tesis o las narraciones y losejemplos, las conexiones lógicas o las asociaciones analógicas.Se retomarásumariamente la clásica caracterización del ensayo por parte deMichel de Montaigne para, a partir de allí, desarrollar lacontraposición. La pregunta que se establecerá, a fin de discernirla naturaleza del ensayo como forma y su contraste con las exigenciasde la filosofía, es cuándohay ensayo,en vez de la clásica pregunta quéesel ensayo. La respuesta que propongo, es que hay ensayo cuando una enunciacióndiscursiva construye unlugar derepresentación textual para el ensayista ? el que puede hablar ennombre propio o en el de un sujeto colectivo -, y cuando ese textoutiliza el potencial retórico de la lengua para producirdistanciamientos de diverso tipo respecto del saber implicado en lamateria de que trata. Este parece ser el núcleo a ser retenido, dela ya clásica concepción montaigneana. En cuanto a sufactura lingüística, se apuntará a mostrar que el contraste entreensayo y filosofía responde a una divergencia en sus respectivasnormatividades. Si el sentido es orden y norma, el ensayo mantiene ladinámica de su forma como inmanencia de los recursos de la lengua,mientras que la filosofía tributa al régimen conceptual queinstituye trascendencia, a través de la univocidad y latransparencia impuestas al discurso.