Estudio bioarqueológico del esqueleto recuperado en el naufragio de la corbeta británica del siglo XVIII HMS-Swift (Puerto Deseado, Provincia de Santa Cruz): Primeros resultados

BARRIENTOS, G., M. BÉGUELIN, V. BERNAL, M. DEL PAPA, S. GARCÍA GURAIEB, G GHIDINI, P. GONZÁLEZ Y D. ELKIN

Salta, Argentina

Jornada; Jornadas Nacionales de Antropología Biológica; 2007

Asociación Argentina de Antropología Biológica (AABA) y las Facultades de Ciencias Naturales y de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta (UNSa

Durante recientes excavaciones efectuadas en el sitio HMS Swift, consistente en los restos de una nave de guerra británica naufragada en 1770 en Puerto Deseado (Provincia de Santa Cruz), se recuperó un esqueleto humano completo a 18 metros de profundidad. La documentación histórica oficial señala que durante el naufragio fallecieron tres tripulantes, el cadáver de uno de los cuales fue hallado en la costa al día siguiente. Las otras dos víctimas eran Infantes de Marina, de 21 y 23 años de edad respectivamente, cuyos nombres y lugar de procedencia son conocidos. La principal hipótesis es que el esqueleto recuperado correspondería a uno de estos dos individuos, debido a lo cual las investigaciones bioarqueológicas –actualmente en desarrollo- están centradas en obtener información acerca del sexo, edad, estatura, patologías, patrones de actividad, dieta (isótopos estables del C y N) y características genéticas (ADNmt).   Los resultados de las estimaciones de sexo, edad y estatura indican que se trataría de un individuo masculino, adulto joven, de alrededor de 25 años al momento de morir (rango de edad calculada entre 17 y 34 años) y de alrededor de 1,67 m de estatura. Los estudios de patologías dentales revelaron que el individuo presenta un total de 3 caries que afectan el 10% de los dientes presentes. Se observó la depositación de cálculo dental en cantidades pequeñas y moderadas en ambos maxilares. Los bordes alveolares presentan morfología normal sin modificaciones. No se observaron abscesos. Los estudios radiográficos indicaron la presencia de una posible hiperostosis porótica inactiva al momento de la muerte y la ausencia de traumas con o sin evidencias de cicatrización. La evidencia obtenida hasta el presente indica que, con una alta probabilidad, el esqueleto corresponde a uno de los dos tripulantes desaparecidos, aunque aún no puede ser asignado a uno de ellos  en particular, por lo que se espera que la información genética pueda aportar a su potencial identificación.