La influencia secreta. El cine en Cortázar

DAVID OUBIÑA

Ciudad de Buenos Aires

Congreso; VI Congreso Internacional de Letras: Transformaciones culturales. Debates de la teoría, la crítica y la lingüística; 2014

Facultad de Filosfía y Letras, Universidad de Buenos Aires

Cuando se entera de que Luis Buñuel está interesado en filmar su cuento 'Las ménades', Cortázar le escribe una carta para contarle todo lo que su cine ha significado para los argentinos de su generación y le dice: 'Admiro enormemente a Bergman, a Resnais, a Truffaut, pero en el cine que usted hace hay siempre un agujero vertiginoso en la realidad, ese asomo a otra cosa que en último término es lo único que cuenta para los poetas. Por todo eso usted es una de las pocas razones por las que estoy contento de haber vivido en este tiempo'. Ese 'agujero vertiginoso' excavado en lo real constituye, también, el gesto propio de lo fantástico en Cortázar. Puestos a rastrear la presencia de lo cinematográfico en sus textos, seguramente la encontraríamos en esos breves momentos casi inefables, casi inaferrables donde una superficie compacta se abre a otra dimensión y se abisma. El genio de Cortázar es de estirpe puramente literaria y la perfección de su estilo circula por un camino diferente al del cine; aunque, a veces, en algunos breves instantes, los caminos se cruzan y el encuentro produce un relámpago que alumbra fugazmente los textos con la luz de las películas. Esas iluminaciones inesperadas y fortuitas tan del gusto de Buñuel, de Jarry o de Lautréamont, pero también de los Hermanos Marx son pequeñas gemas cinematográficas en la obra de Cortázar que profesaba una gozosa admiración por los cadáveres exquisitos del surrealismo. (Esta conferencia, leída en el Panel de apertura del VI Congreso Internacional de Letras, ya había sido leída en las Jornadas Internacionales Lecturas y relecturas de Julio Cortázar, organizadas por la Biblioteca Nacional.)