Ser y tiempo y la experiencia del frente

LUIS ALEJANDRO ROSSI

Barranquilla

Congreso; Congreso Internacional Martin Heidegger. Homenaje a Franco Volpi; 2009

Universidad del Norte

En el siguiente trabajo nos proponemos examinar qué imágenes de sociedad se derivan de Ser y Tiempo. Por ?imagen de sociedad? no entendemos una categorización sistemática y objetiva de la realidad social, sino qué tipos de sociabilidad están bosquejados o implícitos en un texto filosófico. Se pueden deducir cuáles son los rasgos característicos de la sociedad de acuerdo a Política de Aristóteles o Leviatán de Hobbes, aun cuando no se pueda considerar a estas obras como pertenecientes a la sociología. Del mismo modo, creemos que es posible abordar el pensamiento de lo social presupuesto por Ser y tiempo.Es evidente que esta obra no es un tratado sociológico ni de teoría política, sin embargo, eso no impide que ella aborde, en el núcleo mismo de la analítica existenciaria, cuestiones relativas a la vida social. Aunque Heidegger no se propone categorizar la vida social, si por tal entendemos establecer conceptos objetivizadores de la realidad social, ello no significa que en la obra esté ausente una comprensión del sentido de la vida social o que la obra carezca de orientaciones precisas acerca de lo que juzga como rasgos básicos de la convivencia. El ?ser en el mundo? es siempre en común, con otros. A través de nuestra comprensión de la existencia común nos comprendemos a nosotros mismos, la elucidación fenomenológica de ese hecho significa la posibilidad de explicitar la facticidad del convivir. A nuestro juicio, es en las modalidades del existenciario ?ser-con? (Mitsein) donde la obra hace su planteo distintivo en lo tocante a este tema, y de ellas se desprende un sentido social y político. Creemos que en la obra se encuentran no una, sino dos imágenes de la sociedad, contrapuestas entre sí, y ambas construidas a partir de la libre utilización por parte de Heidegger de la oposición entre ?comunidad? y ?sociedad? como conceptos básicos. La primera de estas imágenes, planteada como una fenomenología de lo social, y la segunda, entendida como la gestación de una identidad común. A todo lo largo del texto Heidegger insistirá en el carácter ?vacuo? y ?formal? del discurso ontológico, sin embargo, los planteos de la obra respecto de la vida social están lejos de ser vacíos, si por tal se entiende, al modo de Max Weber, ?libres de valores?, pues, contrapuestos, nos permiten entender dos posibilidades del sentido de la vida social que la teoría social ya había tratado y que Heidegger retomará, ontologizándolos como modalidades del poder-ser del Dasein.