INVESTIGADORES
LUZ CLARA TEJEDOR Moira
congresos y reuniones científicas
Título:
Cambios en las constantes de marea en el Río de la Plata y su relación con los ciclos naturales de la descarga continental
Autor/es:
SIMIONATO, C.G.; LUZ CLARA, M.; D'ONOFRIO, E.; FIORE, M.; MOREIRA, D.
Lugar:
San Juan
Reunión:
Jornada; XXVII Reunión Científica de la Asociación Argentina de Geofísicos y Geodestas (AAGG); 2014
Institución organizadora:
AAGG
Resumen:
En este trabajo se analiza el único registro mareográfico horario de largo período (47 años de longitud) disponible para el estuario del Río de la Plata, colectado en la estación de Palermo (Muelle de Pescadores de Buenos Aires), con el objetivo de explorar la posible ocurrencia de variabilidad en las constantes de marea. Para ello, el registro de niveles se filtró utilizando un filtro Notch con el fin de aislar la componente semidiurna lunar principal (M2), ampliamente dominante en la región. La serie resultante fue sometida a análisis armónico por períodos de un año, con retardos progresivos de un mes. De esta manera, se obtuvieron series temporales mensuales de la amplitud y fase de M2, que luego se analizaron por medio de varias técnicas espectrales. Las técnicas utilizadas fueron espectros multitaper, análisis de espectros singulares y espectros de máxima entropía. Los resultados del análisis espectral de las series muestran que tanto la amplitud como la fase de muestran tendencias y/o la variabilidad inter-decádica, además de pseudo-periodicidades en bandas interanuales, en períodos similares a los encontrados en la descarga al estuario. Los ciclos en la descarga continental, que se producen en períodos alrededor de 2,5, 3,5 y 6,5 años, fueron identificados con los mismos métodos estadísticos aplicados en este trabajo por Robertson y Mechoso (1998), quienes los relacionaron con los ciclos de El Niño- Oscilación del Sur (ENOS). Durante los Niños (Niñas) se observa un aumento (disminución) en la precipitación sobre la Cuenca del Río de la Plata (por ejemplo, Barros et. al., 2008) lo que, a su vez, conduce a un aumento (reducción) de la descarga al estuario. La variabilidad del caudal asociada a este proceso es muy grande, con picos de hasta casi 90,000 m3s-1 durante la fase positiva del ENOS (El Niño), y valores tan bajos como menos de 8,000 m3s-1 durante la Niñas (Jaime et al., 2002). Un análisis conjunto de espectros singulares multicanal de la amplitud y fase de la componente dominante de marea M2 y el caudal revela alta co-variabilidad entre los ciclos de las variables en las frecuencias mencionadas anteriormente y también en las tendencias de largo plazo / variabilidad inter-decádica, lo que sugiere un vínculo fenomenológico entre ellos. La reconstrucción de la variabilidad conjunta sobre la base de las componentes reconstruidas derivadas del análisis explica el 74,3% de la varianza total, lo que indica que representa la mayor parte de la variabilidad observada. En todos los casos, incrementos (reducciones) del caudal están acompañados por incrementos (reducciones) de fase de M2 y reducción (incrementos) de su amplitud. Esto sugiere que la variabilidad detectada en las constantes de marea sería el resultado de la interacción entre la onda de marea que propaga aguas arriba y la corriente aguas abajo debida al caudal de los tributarios, más que el resultado de la variabilidad en el nivel medio del mar causada por cambios en la descarga. Esto se debería a que el incremento (reducción) de la corriente media asociado a períodos de alto (bajo) caudal inhibirían (favorecerían) la progresión de la onda hacia el estuario superior, aumentando (reduciendo) significativamente la fricción del fondo en esa región. La desaceleración (aceleración) de la onda y el aumento (reducción) de la disipación resultante de esta interacción podría conducir al aumento (reducción) de la fase y la reducción (aumento) de la amplitud de las mareas en el estuario. Se prevé el estudio de los procesos antes mencionados por medio de simulaciones numéricas en trabajos futuros. Esas simulaciones serían útiles no sólo para comprender mejor los procesos físicos asociados, sino también para determinar la parte del estuario que en realidad está afectado por los ciclos de la variabilidad de la descarga continental, lo que no se puede evaluar con las pocas observaciones in situ disponibles.