INVESTIGADORES
PIGLIA Melina
congresos y reuniones científicas
Título:
“Elites modernas, consumo de automóviles y acción política: El “patriotismo práctico” del Automóvil Club Argentino (1918-1930)”
Autor/es:
PIGLIA, MELINA
Lugar:
Rosario, Santa Fe
Reunión:
Jornada; IV Jornadas Nacionales Espacio, Memoria e Identidad; 2006
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y Artes - Facultad de Cs. Políticas y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario
Resumen:
<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-TRAD; mso-fareast-language:ES-TRAD;} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> Este trabajo se propone indagar sobre el modo en que, entre 1916 y 1930, el Automóvil Club Argentino (ACA) contribuyó a conformar y a poner en escena a los “automovilistas” (elite de consumidores de un bien lujoso) como sujeto de una acción política colectiva, destinada a informar al “público” y a las autoridades, y a influir sobre las políticas públicas a favor de la difusión el automóvil y de la mejora de los caminos. El Automóvil Club Argentino (ACA) fue fundado en Buenos Aires en 1904 por un puñado de amantes de los vehículos de motor, artículos que recién comenzaban a llegar al país, pero que se difundieron con rapidez desde la primera guerra mundial. Elite porteña, se proponían fundamentalmente promover el automovilismo, un “sport” que incluía tanto el uso del automóvil en carreras de resistencia o velocidad, como en excursiones. El ACA funcionaba como un espacio de sociabilización de la elite en un ideal moderno de lo masculino y de sociabilidad de los sportsmen porteños (que compartían una cultura “moderna” simbolizada por el vertiginoso automóvil), y era  parte del entramado (jerárquico) de clubes sociales-deportivos de elite del Buenos Aires del cambio de siglo. A partir de la guerra, el ACA comenzó a elaborar un discurso que identificaba al automóvil con el progreso de la nación y que consideraba que el club tenía una responsabilidad pública: la “misión patriótica” de fomentar la difusión del automóvil y la vialidad nacional, a través de una acción pública que los dirigentes del ACA definieron en 1925 como “patriotismo práctico”.   Desde las carreras, los salones de exhibición de automóviles y la revista del club, el ACA contribuyó a definir un “colectivo” (que aspiraba a representar) de personas interesadas en la difusión del automóvil por el propio gusto que encontraban en su uso recreativo o profesional, por los beneficios directos que de ello esperaban, pero también por su “patriotismo” y preocupación por el progreso de la nación. Contribuyó a la vez a construir una identidad común para este colectivo, pivoteando sobre una serie de valores que integran una emergente “cultura del automóvil”.