CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

El conjunto de tratados antisupersticiosos elaborados por el Obispo Lope de Barrientos O.P. hacia mediados del siglo XV parece fundar el discurso reprobador de supersticiones en la Península Ibérica. En dichos tratados, emerge como una problemática cardinal la necesidad de reconocer y reprobar las prácticas astrológicas ilícitas, tarea compleja debido al carácter ambivalente que se le atribuía a la astrología (en parte natural y en parte supersticiosa) y por la difundida y arraigada creencia que sostenía que los cuerpos celestes influían en los sucesos mundanos. En el presente trabajo, se analiza en qué medida la controversia en torno a la astrología pudo haber obstaculizado el surgimiento de una temprana demonología radical en la Península Ibérica en momentos en que, en otros sitios de Europa Occidental, surgía el novedoso estereotipo del sabbat brujeril. La primacía del poder divino debía defenderse, ante todo, de la amenaza de ciertos poderes que, aun atribuidos a causas naturales, socavaban la divina Providencia. La alta cultura teologal de los reinos hispanos tardomedievales, bisagras entre una cristiandad sostenida por un edificio doctrinal ya milenario y un mundo árabe portador de innovadores conocimientos, deberá afirmar la soberanía del Dios cristiano no sólo sobre el poder de los demonios sino también, y especialmente, sobre los poderes de la naturaleza, que por momentos parecía independizarse del Creador mismo que sentó sus leyes. La astrología reclama para sí una mayor atención por parte de quienes buscamos comprender las especificidades de la demonología hispana en los albores de la Modernidad.

enviar mensaje