INVESTIGADORES
TAUB Emmanuel
congresos y reuniones científicas
Título:
El Pueblo-de-Dios y el Volk alemán. Una reconstrucción de la fractura biopolítica fundamental en la figura del pueblo
Autor/es:
EMMANUEL TAUB
Lugar:
Centro Atómico, Bariloche, Argentina
Reunión:
Otro; IX Coloquio Internacional Bariloche de Filosofía: Metafilosofía; 2008
Institución organizadora:
Fundación Bariloche
Resumen:
En 1995 Giorgio Agamben analiza desde una perspectiva biopolítica la idea de "pueblo". En ella, propone que para pensar su significado político se debe tener presente que existen dos sentidos de "pueblo": el conjunto Pueblo que es el cuerpo político integral, mientras que el subconjunto pueblo es entendido como multiplicidad fragmentaria de cuerpos menesterosos y excluidos. Lo que dirá Agamben es que en el concepto "pueblo" se reconocen las parejas categoriales que definen la estructura política original, o sea, "nuda vida" (pueblo) y "existencia política" (Pueblo), exclusión e inclusión, zoè y bios. Es de esta manera como el "pueblo" lleva consigo la fractura biopolítica fundamental. La ponencia que aquí se propone parte del análisis de una de las obras fundamentales del filósofo neokantiano Hermann Cohen, "La religión de la razón desde las fuentes del judaísmo", para intentar repensar la idea de "pueblo" concibiendo al pueblo judío, en el sentido de pueblo-de-Dios, como el locus anterior en donde la fractura biopolítica se encuentra aún clausurada. A través de la figura bíblica del extranjero en la que Dios hace referencia a toda la humanidad venidera (como humanidad no-judía) es en donde buscaremos establecer la conexión entre el particularismo judío ("Pueblo elegido") y el universalismo judío ("unidad mesiánica de toda la humanidad"). De esta manera, Pueblo y pueblo, a pesar de lo que Agamben formula, coincidirán en la vida del pueblo-de-Dios. Finalmente, intentaremos mostrar cómo se produce la fractura biopolítca en la Modernidad y de qué manera el nazismo, como proceso de radicalización del sentido y espíritu del Volk alemán, lleva a su máxima y desgarradora potencia al hundimiento mismo del pueblo fundando el revés absoluto del pueblo-de-Dios.