PERSONAL DE APOYO
MELITO Viviana Alicia
congresos y reuniones científicas
Título:
PORFIRIA AGUDA INTERMITENTE. TRATAMIENTO DEL ATAQUE AGUDO CON HEMATINA
Autor/es:
PARERA, VE; MELITO, VA; FLAGEL, S; CERBINO, G; GEREZ, E; BATLLE, A; ROSSETTI, MV
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; 14 Congreso Internacional de Medicina Interna del Hospital de Clínicas; 2012
Institución organizadora:
Hospital de Clínicas José de San Martín
Resumen:
Objetivo: La Porfiria Aguda Intermitente (PAI), la más común de las Porfirias Agudas, se produce por fallas en el gen que codifica la porfobilinógeno deaminasa (PBG-D), tercera enzima del metabolismo del hemo. Se hereda en forma autosómica dominante; clínicamente se manifiesta luego de la pubertad, con ataques agudos caracterizados por el síndrome neuroabdominal precipitados por ciertas drogas, ayuno, alcohol, hormonas esteroides, estrés.
El objetivo de este trabajo fue evaluar la respuesta al tratamiento con hematina en pacientes con PAI. Identificar la mutación responsable de la Porfiria en estas pacientes y extender el estudio al grupo familiar.
Materiales y Métodos: Se estudiaron 4 mujeres jóvenes que desencadenaron su primer ataque de PAI en el año 2010. Tres de ellas fueron el primer caso de PAI diagnosticado en sus familias, mientras que la restante pertenecía a una familia ya diagnosticada en 1994.
Estudios bioquímicos: se determinó el contenido de ácido-d-aminolevúlico (ALA), Porfobilinógeno (PBG) y porfirinas urinarias (PTO), índice de porfirinas plasmáticas y actividad de PBG-D eritrocitaria.
Estudios genéticos: a partir de sangre entera se realizó la extracción, purificación y amplificación de DNA genómico por PCR con primers específicos y secuenciación automática de las regiones codificantes y uniones intrón/exón del gen que codifica para la PBG-D. En todos los casos se firmó el consentimiento informado.
Tratamiento: A todas las pacientes se les suministró Normosang en una dosis de 3-4mg/kg durante 4 días.
Resultados
En todos los casos se observó disminución de los precursores (ALA y PBG) y porfirinas urinarias post administración de normosang en un porcentaje de 35-66% para ALA, 58?61% para PBG y 58-88% para porfirinas.
En la paciente 1 el ataque se desencadenó luego de una infiltración en la rodilla. Detectamos la mutación p.Q34P en la paciente, su padre y un hermano (17 años), ambos PAI latentes (PAI-L); otro hermano (8 años) y una hermana (6 años) no portaban la mutación. En la paciente 2 la PAI se desencadenó por ayuno y estrés; heredó la mutación prevalerte en Argentina, p.G111R, de su madre, una hermana (25 años) se diagnosticó como PAI-L y otras dos hermanas (22 y 18 años) no heredaron la mutación. Después del primer ataque, desarrolló ataques leves todos los meses durante el período premenstrual. En la paciente 3, la porfiria se desencadenó por una infección urinaria y portaba también la mutación p.G111R, heredada del padre (PAII-L); una hermana (14 años) resultó ser PAI-L y otras dos hermanas (5 y 2 años) no portan la mutación. La paciente 4 se trataba de una adicta a cocaína y alcohol desde los 17 años y el ataque se desencadenó a los dos meses de iniciada la rehabilitación por drogas. Heredó la mutación p. G111R de su padre, fallecido a los 28 años, de un probable ataque de PAI. Una hermana (21 años) se diagnosticó como PAI y otra hermana (19 años) no portaba la mutación.
En los 3 primeros casos en que la terapia fue implementada dentro de los 15 días del inicio del ataque, las pacientes entraron en remisión entre 1-2 semanas de iniciada la terapia. En el cuarto caso, la PAI se diagnosticó un mes después de su internación y, a pesar de haber recibido hematina, la paciente falleció al mes siguiente.
Conclusiones: el uso de Normosang para el tratamiento del ataque agudo de Porfiria es muy satisfactorio cuando se aplica dentro de las 2 semanas de su desencadenamiento.