INVESTIGADORES
FLUCK Werner Thomas
congresos y reuniones científicas
Título:
Cría de huemules en cautiverio: las perspectivas actuales considerando las experiencias historicas
Autor/es:
SMITH-FLUECK, JM; DIAZ, NI; FLUCK, WT
Lugar:
Santiago, Chile
Reunión:
Congreso; Seminario Internacional de Cría en Cautividad de Fauna Chilena; 2001
Resumen:
El huemul, Hippocamelus bisulcus, es un cérvido endémico de Chile y la Argentina clasificado "en peligro de extinción" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza desde 1973.  Esta especie ocupa actualmente un área sustancialmente menor a la del pasado reciente; tal vez ésta disminuyó más del 50%.  La influencia de la actividad humana en la Patagonia durante los últimos 10 años ha ido incrementando debido a varios intereses ligados a la tala del bosque, la industria minera, la del aluminio, la recría de ciervos, el eco-turismo, y la recreación al aire libre.  En la Argentina, la mejor protección para el huemul se encuentra en sus propios parques nacionales.  Sin embargo, en las reservas nacionales, un segmento periférico de cada parque, existen propiedades privadas que ejercen un impacto negativo en las poblaciones de huemul.  Mientras tanto, la población mundial de seres humanos continúa creciendo exponencialmente, y ello está reflejado en un aumento de compras de tierras en la Patagonia por parte de extranjeros.  En consecuencia, el impacto sobre el hábitat del huemul continuará aumentando. De mantenerse la tendencia del último siglo, la futura supervivencia de esta especie dependerá de un mejor conocimiento de sus necesidades básicas, de los factores que la afectan negativamente y, por lo tanto, de su cría en cautiverio.  En esta charla presentamos los antecedentes del cautiverio de huemul y su pariente más cercano, la taruca (H. antisensis), con el fin de brindar una perspectiva de los fracasos y éxitos.  Basados en este marco de referencia, sostenemos la necesidad de un centro de cría para proteger la especie, proveemos luego los requerimientos mínimos para establecer tal centro según los avances más modernos y métodos aceptables actuales, y proponemos actividades de investigaciones ex-situ y para grupos a reintroducir.    Los objetivos de tal centro de huemul deben incluir: i) un programa de investigación para estudios científicos, que no se puede llevar a cabo fácilmente in-situ, con el fin de mejorar el conocimiento de la biología, ecología, y etología de la especie; ii) un programa de reintroducciones; y iii) un programa para establecer centros de educación con la presencia de animales.  Estos objetivos se pueden alcanzar sólo con prudencia y una buena planificación que incluya un análisis de los posibles riesgos de fracaso.    Algunos fracasos en el pasado con capturas y cautiverio de huemules llevaron a pensar ahora que esta especie no se adapta a situaciones de confinamiento.  Sin embargo, un análisis más profundo de las técnicas de captura, manipulación y transporte usados nos demuestra que éstas no fueron apropiadas y que resultaron ser las causas principales de la muerte de los animales.  Por otra parte, en la mayoría de los casos faltó un enfoque multidisciplinario de los proyectos con el asesoramiento de especialistas en ciencias como la Ecología, Veterinaria, y la Etología.    En el pasado el método de captura utilizado consistió en localizar al animal, perseguirlo con ayuda de perros, a veces durante varias horas o largos trayectos, hasta cerrarle el paso en un risco u obligarlo a entrar al agua para atraparlo.  Este método consistente en "agotar" al animal para atraparlo solía provocar su muerte a las pocas horas de capturado.  También fue común que los animales presentaran mordeduras de perros, fracturas, lesiones y traumatismos causados por malas capturas y/o transporte. Excepto en el caso de la Isla Dawson, faltó recopilación de datos valiosos de forma ordenada y metódica, y de necropsias, lo que impidió avanzar en lacomprensión de la especie.    Hubo capturas pésimas con cautiverio exitoso de 4 a 5 años (Estación Zoológica Puerto Radal), y con reintroducciones que después de 20 años resultaron en una población en crecimiento (Torres del Paine).   Por el contrario hubo capturas exitosas que tuvieron un fracaso posterior.  Tal es el caso de la Isla Dawson en el que los huemules fueron colocados en una clausura donde se habían mantenido ovejas.  Aunque no se pudo determinar que el parasitismo gastrointestinal transmitido por las ovejas infectadas haya sido la causa principal de la muerte de los huemules, se debe destacar que métodos de captura, alimentación y condiciones no apropiadas comprometen el sistema inmunológico del animal haciéndolo más vulnerable.      Un ejemplo de buena captura y buen cautiverio es el del Zoológico de Buenos Aires de 1936. Según la información disponible habría vivido por lo menos hasta 1942. El responsable de la captura y transporte fue Santiago Radboone, buen conocedor de la especie ya que en su propiedad cercana al Lago San Martín, Santa Cruz, mantuvo huemules en semicautiverio que habían dado varias crías.      La taruca, Hippocamelus antisensis, una especie congenérica fue y es mantenida exitosamente en cautiverio desde fines del siglo XIX.  Según el director del Zoológico de Berlín, Dr. Hans Frädrich, es una especie fácil de mantener, no tiene ningún requerimiento especial en su dieta y es tolerante a las influencias climáticas. Un macho vivió en este zoológico casi 11 años y en una década hubo por lo menos 12 nacimientos. Este cautiverio fue lamentablemente interrumpido por la Segunda Guerra Mundial.    Según las experiencias de cautiverio con taruca, y dada la similitud de comportamiento frente al hombre de ambas especies, no existe ningún motivo para creer que el huemul sea menos apto para situaciones de confinamiento. Esta idea se reafirma si se toman en cuenta todos los errores cometidos en capturas y manipulación de huemules en el pasado.    El cautiverio de huemul tiene múltiples beneficios.  La conservación efectiva es factible cuando existe un mínimo de información científica sobre la especie.  La ausencia de conocimiento de la biología y ecología del huemul continua obstaculizando los avances en su conservación.  Cierta información científica es costosa y difícil de obtener en las condiciones en que se encuentra la mayoría de las poblaciones de huemul, y muchos temas no se pueden estudiar por observaciones directas.  Entonces, un centro exitoso significa un aumento de la población.  Por otra parte, se podrían establecer centros educacionales con presencia de un plantel pequeño de huemules, incorporar individuos a subpoblaciones aisladas para ampliar el espectro genético y numérico, y efectuar reintroducciones a sectores con hábitat casi prístino pero sin huemul.    El establecimiento de un centro de recría es un compromiso a largo plazo.  Cuando se comienza un programa de cautiverio de huemul se deben utilizar solamente los  mejores métodos disponibles y se deben destinar todos los recursos económicos necesarios.  La obtención de ejemplares de huemul, una etapa muy crítica del programa para establecer un centro de recría exitoso, incluye la captura, el traslado al centro, y la aclimatación del animal a su nuevo ambiente.  El diseño del centro debe considerar varias medidas de  prevención contra: el contagio de enfermedades, la entrada de depredadores, la huida accidental de huemules, y el contacto con otros ungulados en libertad tales como la vaca o el ciervo colorado. Este diseño también debe cubrir los objetivos de las investigaciones científicas y permite el mínimo contacto entre personas y huemul.   Por último, se deben establecer protocolos para las actividades diarias tales como la alimentación de los animales, el monitoreo de animales con collares de telemetría, y el mantenimiento del centro.  Estos protocolos deben considerar asimismo las hembras a punto de parir, crías lactantes, animales lastimados o enfermos, y para necropsias.   Presentamos entonces nuestras recomendaciones para un programa esencial de un centro de recría que satisfaga estos requisitos fundamentales.    En conclusión, un centro de cría en cautiverio de huemul debe integrar esfuerzos simultáneos para mantener, aumentar, y restablecer las poblaciones silvestres.  Debe incluir un programa de investigación ex-situ e in-situ de la biología, ecología, y comportamiento social de huemul para asegurar el éxito de las reintroducciones. Se supone que el huemul se adaptará bien al cautiverio dados los antecedentes de ambas especies de Hippocamelus en jardines zoológicos y centros de investigación, y los avances en los últimos 20 años que ha resultado en mejores métodos de captura y de cría de cérvidos. Los fracasos del pasado influyeron negativamente en las decisiones de implementación de programas de capturas, traslocaciones, y centros de recría de huemul.   Sin embargo, los futuros trabajos deberán evitar la repetición de los errores pasados y utilizar el « mejor método » disponible en la actualidad.  Todo esto sumado a un enfoque multidisciplinario, con ayuda y asesoramiento de especialistas e instituciones con experiencia, basado en una planificación cuidadosa será, sin duda, la única salida para el éxito de los proyectos y la supervivencia de la especie.