INVESTIGADORES
REANO Ariana
congresos y reuniones científicas
Título:
Subordinación y valor: el discurso organicista de las Fuerzas Armadas en el Proceso de Reorganización Nacional
Autor/es:
REANO, ARIANA
Lugar:
Villa María
Reunión:
Jornada; II Jornadas de Estudiantes de Ciencias Sociales; 2002
Institución organizadora:
Instituto de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Villa María
Resumen:
El objetivo de este escrito ha sido rescatar la forma de configuración esencialista del discurso sostenido por las fuerzas armadas que gobernaron algunos países latinoamericanos durante de la década del ´70. Utilizando algunos presupuestos de la teoría de la hegemonía de Laclau y Mouffe, nos ocuparemos de mostrar el carácter organicista y nacionalista del discurso dando cuenta al mismo tiempo de su “a-politicidad”. La visión organicista que las fuerzas armadas tienen de la estructura social implica adoptar una postura en donde se ve a la sociedad como un todo organizado, donde cada parte cumple una función específica y contribuye a construir la armonía social. Cuando se irrumpe esa armonía, cuando se detecta la presencia de algún “virus” que atenta contra la organización del todo social, hay que atacarlo y exterminarlo. Este es el discurso que adoptaron las fuerzas armadas para combatir la subversión durante las dictaduras militares, permitiéndoles erigirse como baluartes de la justicia y de la paz y garantes del orden. Partiendo de la idea que toda construcción del orden social es precaria y contingente, la teoría de la hegemonía supone que la vida política se construye sobre un antagonismo de las identidades políticas. Es la tensión siempre presente entre la construcción de un «nosotros» en oposición a un «ellos» lo que define la imposibilidad de que sea un actor privilegiado quien se arrogue el derecho a construir un único sentido del orden político. Este fue precisamente el rol que asumieron las FFAA durante las dictaduras militares definiendo permanentemente a su enemigo, contemplándolo no como un simple adversario con el cual se mantenía una permanente disputa por la imposición de sentido al orden político y social, sino percibiéndolo como el germen que contaminaba al sistema. La eliminación de la lucha hegemónica confirmó que la “imposibilidad” de la política durante los gobiernos de facto solo pudo ser mantenida a fuerza de imposición de la violencia física y de la violencia de la palabra.