Construcción de nuevos proyectos vitales para la etapa jubilatoria.

HERMIDA, P.D.

Ciudad de Córdoba

Congreso; VIII Congreso Iberoamericano de Psicología de las Organizaciones y el Trabajo.; 2023

Red Iberoamericana de Psicología de las Organizaciones y el Trabajo

El trabajo es una actividad socialmente valorada. Tal como señalan Dubet y Martuccelli (2000) los sujetos definen su identidad social, principalmente, en relación a las categorías socio-profesionales que ocupan. Sumado a esto, existe un vínculo entre la participación en el mundo laboral y los ciclos vitales. Así, se suele considerar que una persona ingresa a la adultez, entre otros factores, al comenzar su vida laboral. Como contracara, el dejar de trabajar por la jubilación suele representar el ingreso a la vejez (Pérez Ortiz, 2006).Históricamente han existido enfoques que asociaban a la vejez con prejuicios tales como el de pasividad, reclusión e inutilidad. Como contracara, enfoques más actuales demuestran que, tal como otros ciclos vitales, la vejez no puede ser pensada de forma homogénea, sino que es relativa a las características de cada una de las personas. Sin embargo, a pesar de estos avances, se observa la existencia de diversas manifestaciones edadistas que siguen sosteniendo estereotipos y prejuicios hacia los adultos mayores (Bravo-Segal, 2018).Así, al momento de jubilarse, las personas se enfrentan a diversos cambios, tales como las modificaciones en los ingresos económicos, rutinas e identidad social. Paradójicamente, a pesar de que este suceso vital es uno de los que más cambios genera en la vida de las personas, su proceso de adaptación suele ser invisibilizado y, en muchos casos, privatizado. Por este motivo, generalmente las personas llegan al momento de jubilarse sin haber planificado esta nueva etapa vital. Sumado a esto, las creencias estereotipadas acerca de la vejez, sostenidas socialmente, condicionan el comportamiento y proyección de los adultos mayores para esta nueva etapa vital (Gómez Carroza & León del Barco, 2010).Por ello, generar un nuevo proyecto vital, resulta un desafío necesario. Esta tarea no resulta sencilla, en la medida en que se deben atravesar diversos interrogantes tales como el significado de la productividad, la utilidad que se le da al tiempo y los matices entre la cantidad y la calidad de las actividades que se desean y pueden realizar. Frente a este camino, los programas de acompañamiento y preparación para la jubilación pueden resultar un espacio de ayuda para que los jubilados puedan repensarse y construir nuevos proyectos.